\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓

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Narro yo:

Eran las 5:50. Mikey, Aurora y los demás se encontraban sentados viendo aquella tan tierna y confusa escena.
T/n estaba sentada en las piernas de Sanzu mientras lo abrazaba por el cuello, y Sanzu solo la tapaba con su abrigo para que no agarrara frío.

Ran, fue el primero en sacar su celular y tomarles una foto, según el que solo lo hacía para después tener algo con que joder a Sanzu. Para todos era normal, pues ellos siempre vivían peleando.

Aurora se encontraba haciendo el desayuno para todos, pues todavía no habían encontrado una nueva sirvienta por lo que ella aún tenía que seguir limpiando y hacer lo demás, aunque no le importaba en lo absoluto.

Narras tu:

Poco a poco me fui despertando. Dejé de abrazar al tío Sanzu para poder sobarme mis ojitos, y notar así a papá y a mis demás tíos hablando, que al notar que ya estaba despierta sus miradas se posaron en mí.

–¡Buenos días!– Los saludé, algunos de ellos me devolvieron el saludo, y otros solo me sonrieron.

–T/n, ¿Porque te fuiste de nuestra habitación anoche?– Me pregunto papá mirándome de reojo.

–Pues, anoche me desperté y decidí venir a la sala, y allí fue cuando me encontré a mí tío Sanzu y dormidos juntos!– Di un brinco, por lo que al hacerlo tío Sanzu se despertó de inmediato.

–T/n, cuantas veces te tengo que decidir que no de saltos así cuando estés sentada en mis piernas?!– El tono que uso me asustó.

–Jejej, lo siento!– Respondí al instante. El suspiro para después tomarme de la cintura y dejarme a un lado para el poder levantarse.

–Pero mira quién despertó, el que nunca se hiba a encariñar con T/n– Se burló mí tío Ran, y mí tío Sanzu lo fulminó con la mirada, me daba risa.

–¿Que?, eso es verdad, nunca le tomaré cariño a ella– Respondió mirando para otra parte.

–Pues esta foto dice totalmente lo contrario– Mí tío Ran saco su celular en donde había una foto de mí y tío Sanzu durmiendo juntos.

–¡Borra esa foto, maldito haitani!– Tío Ran no hizo caso y se siguió burlando. Y por mí parte antes de que empezarán a volar platos por todas parte baje del sillón y fui directo a mí habitación a cambiarme.

–¿Cuando será el día que podremos desayunar tranquilos?– Mientras subía las escaleras reía por lo que dijo mí tío Takeomi.