Al terminar de jugar ayudé a la señorita Aurora a ordenar todo aquel lío que sin querer habíamos ocasionado.
– ¡Terminamos! – Salte feliz viendo cómo todo había quedado como nuevo, como si nada hubiera ocurrido. – Señorita Aurora, ¿podría hacerme un peinado? – Me acerqué más hacía donde estaba ella parada.
– Me encantaría pequeña, pero ya va a llegar tu padre y tíos y tengo que tener la comida preparada – Me acarició mí cabello.
– ¡Prometo ayudarla si me hace un peinado! – Dije mirándole para que aceptara.
– ¿No tengo opción verdad? – Habló riendo un poco la señorita Aurora, por mí parte asentí varias veces feliz. – Entonces que esperamos? – Me tomó en sus brazos para después irse a sentar en el sillón y sentarme a mí en sus piernas. – ¿que peinado quieres? – Preguntó.
– Mmm ¡Impresióname! – Pude oír como ella soltó unas cuantas risas para después empezar a peinarme.
– Señorita, usted tiene una hija? – Pregunté dándome la vuelta para poder verla.– Tenía una hija, pero ella falleció en un accidente automovilístico junto a mí esposo – Su vos estaba quebrada, me daba pena verla así, por lo que me lanze a abrazarla, no quería que estuviera así por mí culpa.
– ¡No se ponga mal señorita Aurora! ¡no me gustaría verla triste por mí culpa! – Me separé del abrazo y la mire, ella tenía una sonrisa media fingida. – Además si ser su nueva hija la hace sentir bien, pues yo seré su nueva hija! todo contar de no verla triste.
– Eres una niña muy buena t/n – Me sonrió felizmente – Aunque falta algo – Ladee mí cabeza, no entendía. – Y lo que falta es esto – Ella agarró y me puso una corona de juguete en mí cabeza, la mire y sonreí.
– ¡Gracias! – Dije feliz.
– No hay de que, ¿me quieres ayudar a preparar de comer? – Asentí, ella me tomó en sus brazos y me bajo, dejándome en el suelo.
Junto con la señorita Aurora nos pusimos a cocinar, aunque en algunas ocasiones todo se hiba un poco de nuestras manos, por lo que después de preparar la comida y poner todo en la mesa tuvimos que limpiar, de nuevo, y bueno yo quedé un poco manchada con harina en mí cara, pero eso no me importo a mí, pero a la señorita Aurora si.
– Acércate un poco – Asentí y me acerqué a ella, la cual con un trapito húmedo me quito la harina de mí cara – Como nueva – Me sonrió.
– y justo a tiempo – Agregué al ver a papá con mis tíos detrás de el.
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\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓
RandomYa sea de día o de noche, la pequeña t/n siempre encuentra el momento exacto para escapar... No se escapa y se va para siempre, si no que solo lo hace para estar un rato afuera, poder sentir el aire pegar en su rostro... Aunque ese día no fue así...