\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓

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– ¡Hola!, ¿cómo te llamas? ¿que edad tienes? ¿eres de mí edad? ¿quieres ser mí amiga? ¡eres tan linda! – De tanta preguntas mí mente explotó, literalmente. – ¿Muchas preguntas verdad?, jeje perdón por eso, aveces no me puedo controlar, lo siento! – sonreí un poco nerviosa.

– No te preocupes,de igual manera... – Un largo suspiro salió de mí. – Soy t/n, tengo 6 años, me gustaría ser tu amiga, y gracias por el halago, tu también eres linda! –

– ¡Tenemos la misma edad!, eso es divertido, y tengo nueva amiga! – Ella bajó de la silla para después agarrarme de la mano y Intentar bajarme de mí silla.

– Deja ya me bajo yo – Sonreí nerviosa, para que después de bajarme me volviera a agarrar del brazo y llevarme a dónde no se.

– ¡Papá, papá, papá! –  Me dejó de tomar del brazo al llegar hasta un hombre, y detrás de el, a papá y mis tíos, me quedé sorprendida al verlos – ¡Es mí nueva amiga!, se llama t/n – Me abrazo.

– Ho mira, además de parecerse a la mocosa se llama igual que ella – Mire de forma amenazante a mí tío Sanzu. – Menos mal que la abandonamos – Está vez no hiba a caer en su broma, pero se veía tan serio, parecía ser verdad.

– Eres idiota o te haces Sanzu? – Mí tío Takeomi se acercó a mí y me tomó en sus brazos. – Se parece y tiene su mismo nombre, porque es t/n drogadicto de mierda – No logré escuchar lo último que dijo, ya que antes que dijera aquello me tapó mis oídos.

– Tu no escuchaste nada sobre el abandono, okey? – El tío Sanzu se hiba a sercar a mí pero papá lo empujó, y lo miró con una mirada amenazante.

– No le hagas caso – Hablo papá serio.

– Los conoces t/n? – Pregunto mí nueva amiga mirándome.

– Amm si, el es mí papá, y los demás mis tíos – Señalé a cada uno.

– Hooo, eso es fantástico!, pues papá es muy amigo de tu papá y tíos, lo que significa que nos veremos seguido! – Mire a mí tío Takeomi para que bajará.

– Tienes razón, ammmm – No me había dicho su nombre.

– Tiffany!, Así me llamo! –Sonreí

– Bien, Tiffany, Vamos! – La tomé de la mano y nos alejamos corriendo, por lo que papá grito que tuviéramos cuidado, ya que nos podríamos caer e herir.