\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓

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El uniforme ya estaba bien doblado en la punta de la cama. Feliz, lo agarre y me dirije al baño para poder cambiarme más a gusto.

–¡Pe-perdón!– Cerré rápidamente la puerta del baño con la cara totalmente roja, parecía un tomate. –¡L–lo siento mu-mucho señor Baji!– Dije detrás de la puerta. Pues al abrir la puerta me encontré con Baji en forma humana sin camiseta y sin pantalones, solo en ropa interior.

–No te preocupes, estás cosas suceden– Hablo tranquilo saliendo del baño ya cambiado. –¿Estás bien?– Me pregunto mirándome directo a la cara –Estas toda roja– Negué con la cabeza rápidamente.

–¡N-no pasa nada, ahora con su permiso entraré a cambiarme!– Entre rápido al baño y cerré la puerta.

–¡Listo!– Sonreí mirándome al espejo –He?– Puse mí oreja en la puerta. Podía oír más de una vos, una era la del señor Baji, después había otras tres, pero no sabía de quiénes.

Con miedo abrí la puerta, encontrándome al señor Baji sentado en la cama hablando con tres personas más. Una era una mujer de cabello rubio con una falda. Otro era un hombre con un uniforme color negro y un tatuaje en su cabeza. Y por último, había otro hombre con un cigarro en la boca.

Al notar mí presencia allí con ellos sus miradas se posaron en mí.

–¿Ella es la hija adoptiva de Mikey?– Pregunto la mujer viéndome de pie a cabeza –¡Es bastante linda!– Se acercó a mí, y por instinto me aleje.

–¡Gracias!, pero, ¿quien eres?, o mejor dicho, ¿quienes son ustedes tres?– Los mire esperando una respuesta.

–Oh, claro, un gusto, soy Emma, y el es Shinichiro, somos los hermanos de tu padre!– Me sorprendí cuando Emma dijo aquello, nunca pensé que papá tuviera hermanos. –Y el de allá es Draken, amigo de Mikey– Voltee a mirar a Draken, quien solo me miraba con su mirada seria.

–Esperen, ustedes son fantasmas como el señor Baji?– Ladee mí cabeza confundida. Emma me hiba a responder pero mamá me llamo de la cocina, diciendo.

–¡Cariño, tu desayuno ya está listo, baja!– Voltee a mirar a Baji, Shinichiro, Draken y Emma.

–¡Nos vemos luego!– Los saludé mientras agarraba mí mochila y bajaba a la sala, dejándolos solos.