(Así es el uniforme de la rayis)
– Aquí su salón, con su permiso me retiro señorita t/n – El chofer me dejó en la puerta de mí salón, no sabía si debía entrar o esperar a que me llamen para presentarme con la clase, solo seguí mí instinto, es desir que toque la puerta dos veces.
– Ho señorita t/n, justo a tiempo para presentarte, pasa pasa – Una mujer bastante bella, la cual supongo que es la profesora que me dará, me dio el paso para que pudiera entrar al salón. – Bien clase, ella es t/n su nueva alumna – Le habló a la clase la cual me miraban como un bicho raro, o eso pensaba yo.
– Presentante porfavor – Asentí.– Un gusto a todos, soy t/n... – Pare en vano al querer decir mí apellido, pues si bien me dijo papá que aunque quisiera no le dijera a nadie mí apellido, el cual es sano, pero mí tío Sanzu me dijo que si lo dijera, para que así causará miedo y que todos me vieran a como una reyna a la cual tienen que respetar. – Eso, soy t/n – Sonreí nerviosa.
– ¡Un gusto conocerte t/n! – Dijeron a la ves todos los niños/as, me alegre al saber que nadie me juzgaba, pues ninguno/a dijo un comentario mala onda.
– Ve a sentarte junto a Luz – Una de las niñas levantó la mano, sonreí y fui hacia donde estaba mí asiento.
– Hola!, soy Luz, y tu? – Me susurro Luz una ves que me senté.
– t/n – Susurré también.
– Mmm de apodo te pondré “mi reyna”! – Sonreí al escuchar el apodo que me puso, pues el tío Sanzu usaba ese mismo apodo con papá, nada más que en masculino, parecía su hija.
– Entonces yo también te pondré un apodo!, el cual será “princesa”!, así será como la reyna y su princesa! – Dije feliz mirándola.
– Hooo, me gusta! – Sonrió También.
Después de esa presentación, nos dedicamos a escuchar la clase que la profe estaba dando, la cual era ciudadanía y participación, la cual se estaba convirtiendo en mí materia favorita.
El timbre sonó, y la profesora nos dió permiso de salir al recreo, por mí parte y la de Luz le preguntamos a la profesora si nos podía dar permiso de quedarnos en el salón, ella nos miró un poco extrañada, pero acepto.
– Ahora que hacemos mí reyna? – Me preguntó, le sonríe para después contestar.
– Mm propongo que dibujemos! – La mire, la cual formaba una “o” con sus boca.
– Lo que la reyna diga! – las dos empezamos a reír después de que ella dijera aquello. Una ves que nos calmamos ella sacó dos hojas de sus mochilas en las cuáles empezamos a dibujar.
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\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓
De TodoYa sea de día o de noche, la pequeña t/n siempre encuentra el momento exacto para escapar... No se escapa y se va para siempre, si no que solo lo hace para estar un rato afuera, poder sentir el aire pegar en su rostro... Aunque ese día no fue así...