Aún con sueño me baje de la cama con cuidado y procurando no hacer ruido. Al bajarme y ver cómo mamá y papá estaban durmiendo abrazados no pude evitar sentir celos.
Se que las parejas hacen eso para demostrar su amor o algo así, pero los celos seguían y no entendía el porque. Decidí dejar eso de lado y agarrar a Baji, para ir con el a la sala.
-¿T/n?- Voltee rápidamente encontrándome así con mí tío Sanzu medio adormilado. -¿Que haces aquí?, no deberías estar durmiendo?, digo, no es como que me importe- Al desir eso puso una de sus manos en su cabeza, mientras que con la otra subía un poco su remera.
-No tenía sueño y decidí venir aquí a la sala- Dije sin más desviando la mirada, ya que no quería parecer una mal educada.
-Siento que estás mintiendo, pero bueno- Fue directo a la heladera, de allí saco un frasco de vidrio con leche dentro. -¿Quieres?- Pregunto sosteniendo el frasco mientras me miraba.
-Amm, si- Dije con vergüenza desde el sillón acariciando a Baji. Mí tío Sanzu sacó dos vasos y les echo la leche, para después ponerle una cucharada de azúcar y ponerlas en el microondas a calentar.
-Ya estarán listas, solo hay que esperar- Dijo sentándose al lado mío.
–Esta bien...– Dije mirándolo. –Tío Sanzu, yo ya respondí su pregunta de porque estoy aquí, ahora usted respóndame a mí el porque está aquí– El me miró por unos para después desviar la mirada y desir.
–Eso a ti no te importa– Hablo serio. Infle mis cachetes un poco enojada ya que pensé que me lo hiba a desir.
El microondas se paró haciendo su típico ruido. El tío Sanzu se levantó del sillón para ir a buscar los vasos. Me entregó uno a mí y el se quedó con el otro.
En ocasiones me quemaba la lengua por querer terminar de tomar primero, y el tío Sanzu se reía, ya que le parecía “gracioso”, según el.
De mis labios salió un bostezo, indicando que ya tenía sueño. Intentaba no quedarme dormida pero no podía, por lo que antes de dormirme me subí a las piernas de mí tío y lo abracé por el cuello, quedando finalmente dormida.
Narro yo:
Sanzu, al ver lo que hizo y que se acababa de quedar dormida, con cuidado se trato de levantar para llevarla a la habitación, pero t/n se aferró más a él impidiendo que se pudiera mover.
Sanzu no tuvo más opción que quedarse allí con ella. Y para que no pasara frío agarró su abrigo y la tapó.
–Te... quiero...mucho, tío Sanzu...– Hablo dormida t/n. Sanzu se sorprendió, pero no dijo nada, solo la aferró más a él, quedándose así ambos dormidos.
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\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓
DiversosYa sea de día o de noche, la pequeña t/n siempre encuentra el momento exacto para escapar... No se escapa y se va para siempre, si no que solo lo hace para estar un rato afuera, poder sentir el aire pegar en su rostro... Aunque ese día no fue así...