Me sobe mis ojitos, todavía podía sentir los húmedos que estaban de tanto llorar por la raspadura que me hice, la cual me seguía ardiendo, pero no tanto como antes. Un bostezo salió de mis labios, mire a mí alrededor pero no había nadie, solo sabía que estaba acostada en un sillón, y quedarme todo el día allí esperando a que alguien llegará no estaba en mis planes.
Solo recordaba que el señor Ran, o creo que así se llamaba me trajo en sus brazos hasta aquí, después de eso solo recuerdo haberme quedado dormida y luego despertar aquí.
Tenía mucha ganas de investigar aquella mansión, pero algo me saco de mis pensamientos, un ruido de un disparo sonó por toda aquella tan grande casa, al escucharlo me asusté bastante, aún así quería saber de dónde había sido ese ruido, por lo que me puse a investigar.
– ¿Mm? – Fue lo único que salió de mis labios al ver una puerta abierta, de la cual provenían gritos y risas de otras personas, con miedo me sumergí a aquella habitación, y lo que vi me dejó totalmente helada.
El señor Sanzu tenía una arma en sus manos, la cual apuntaba a dos hombres que estaban atados de pies y manos, me puse tan nerviosa que sin querer choque con unos tarros que había por ahí tirados, el señor Sanzu junto con el señor Mikey y los demás rápidamente voltearon su vista hacia mí, sin pensarlo dos veces salí corriendo de allí.
Tan rápido como llegue a la sala, busque un lugar en donde esconderme, y si, mí única opción fue esconderme debajo del sillón, rápidamente me escondí, pude oír las pisadas de aquellas personas viniendo a la sala, estaba temblando, tenían bastante miedo.
– Pequeña, sal de dónde quieras que estés, nosotros no te haremos nada, piénsalo bien, si quisieramos hacerte algo ya lo hubiéramos echo – Esa era la vos del señor Ran, pero está ves daba bastante miedo, con mis manitas me tapada mí boca, pero para mí mala suerte tuve que estornudar.
Y otra vez, otros pasos se acercaron más a sillón, por dentro me estaba regañando a mí misma por aver estornudado, no me quedo otra que con miedo salir de allí, de igual de la dos formas hiba a terminar muerta.
Todas las miradas se posaron en mí, estaba nerviosa, el primero en acercarse amí fue el señor Mikey, el cual me se agachó a mí altura y me dijo.
– Como dijo Ran, si te hubiéramos querido lastimar o algo así ya lo hubiéramos echo, pero no lo hicimos – Lo que dijo tenia mucha lógica, pero aún así yo no paraba de temblar, el señor Mikey lo notó, por lo que me agarró en sus brazos mientras me acariciaba la cabeza, antes aquel acto me quedé sorprendida, y también me quedé de vuelta dormida, a los pocos minutos.
¡Hola!, en el otro capítulo muchos me preguntaron la edad de la rayis, y respondiendo su pregunta tiene 6 años, ahora si, adiós!
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\\-Eres nuestro deber-\\ ✓Bonten✓
De TodoYa sea de día o de noche, la pequeña t/n siempre encuentra el momento exacto para escapar... No se escapa y se va para siempre, si no que solo lo hace para estar un rato afuera, poder sentir el aire pegar en su rostro... Aunque ese día no fue así...