La Familia Kim - EXO

Especial 5 - Part. 2

NOTA: Se recomienda volver a leer la parte 1 si es que no lo recuerdas, ya que tiene datos antes mencionados.

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Tao observaba con detalle el lugar que sería su nueva oficina... ¿Cómo había ocurrido esto?

Claro, ese día.

Todo empezó por esa prueba de fertilidad. Sus padres enloquecieron al saber que su único hijo formaba parte de los hombres que tenían la posibilidad de embarazarse. Y todo fue peor al revelarles que gustaba de los hombres.

Sus padres tenían la idea de que en un futuro se casaría con una linda mujer y tal vez algún día tener hijos, sin en cambio, el que daría los hijos podía ser él y eso no les agrado para nada.

Su madre decidió que sería buena idea tratar de encajar en la empresa de su padre, en este caso su abuelo. Lo que empezó como un simple trabajo como gerente, terminó en la sustitución del CEO, como nieto del único hijo del presidente de la empresa y aunque él no estaba de acuerdo, sus padres insistieron que sería bueno para su futuro.

Pero él no era tonto, sabía que la verdadera razón por la que sus padres le ponían mucho empeño en apoyarlo era para olvidar su verdadero ser, su realidad. La empresa se convirtió en su propia jaula, un lugar lejos de la convivencia y las relaciones entre personas. Y todo para evitar que se interesara en un hombre.

Ama a sus padres eso no lo duda, al igual que ellos lo aman a él, sin embargo, no es feliz de la forma en que lo tratan pero es difícil que ellos acepten algo que esta fuera de lo normal de sus vidas. Algo diferente.

- ¿Tao?

Su asistente entró a la oficina sacándolo de sus pensamientos - ¿Qué pasa Luk?

- Alguien quiere verte, es un trabajador de la empresa

- Sabes que no recibo visitas, aún no soy el dueño oficial

- Si pero dice que lo conoces, responde al nombre de Wu Yifan - Tao se estramecio al escuchar ese nombre nuevamente y su asistente le lanzó una pequeña sonrisa ante su desconcierto - ¿Lo dejó pasar?

- Ah... Dame cinco minutos y después lo dejas pasar

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Kris desviaba la vista a cualquier cosa que no fuera la mirada inquisitiva del pelinegro, aquel joven un año menor que él pero con el poder de hacer con él lo que quisiera y en estos momentos parecía querer perforarle el cráneo.

Kris se aclaró la garganta por tercera vez en los cinco minutos de silencio - hmm, linda oficina

- ¿Lo sabias, no es así? ¿Cuando pensabas decírmelo? ¿Qué es lo que planeabas? ¡¿Qué pretendias al no decir que trabajas para mí?!

- Más despacio velocista - borró su sonrisa al ver que el otro no le había echo gracia - ehm, no planeaba nada, solo sucedió...

- Si claro, ¿Pensabas decírmelo hasta que te jubilaras?

- Mira, si te hubiera dicho que trabajaba para ti ¿Me hubieras hablado de la misma forma en que lo haces ahora?

- Bueno...

- No, nada de esto hubiera pasado ¿Entiendes lo que te digo? - Tao suspiró, tenía razón - nada sería igual

- Bien, comprendo...

- Ahora pode-

- ¿Porque pagaste lo del hospital? - le reprendió con voz dura - Te dije que yo lo haría