La relación de Rindou y Sanzu se hizo más estrecha con el tiempo, no eran pareja, o no de forma oficial. Pero si pasaban tiempo a solas, lo cual hizo que cada uno viera una persona diferente.
El pequeño Haitani era cariñoso, siempre que podía se quedaba abrazado al de cicatrices, su posición favorita era el encima, con su rostro escondido en el cuello ajeno y rodeando el cuerpo con sus brazos y piernas.
Por parte del contrario, el dejaba las sustancias que tomaba por el de pelo morado. Ese cambio cambio no le hacia ser cariñoso, bueno a ver, si lo era con Rindou, pero Sanzu sobrio era una persona madura, cosa que ha ojos de Rindou le resultaba muy atractivo.
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Durante unos días, Sanzu estuvo pensando, a el le gustaba bastante para ser sinceros. Eran criminales, si, pero, ¿acaso no podían amar?
En estos momentos, ambos estaban solos en la habitación del mayor. Sanzu estaba tumbado acariciando la cabeza del chico que tenía encima.
—Rin —¿Sí? —Tenemos que hablar —Oh...bien...
Esas tres palabras le provocaron un escalofrío por toda la espalda al mayor. Los chicos se incorporaron, estaban uno frente al otro. La verdad es que a pesar de ser mayor, Rindou estaba nervioso, aquel chico de pelo rosa y de cicatrices le gustaba mucho y tenía miedo de que él no quisiera estar más a solas.
Respiro profundo el menor, y miró fijamente al chico mayor que tenía enfrente suyo. Para tranquilizar al de pelo morado, agarró las manos y acaricio las palmas de estas con sus pulgares.
—Rin, estás nervioso —L-lo siento —No te diré lo que crees —Oh...—bueno, aquello lo alegro un poco. —Rin —Dime —Quiero salir contigo oficialmente —¿Eh? —Seamos pareja, actuemos como tal frente a todos —B-bien...si, acepto
Poniendo las manos en las mejillas del bajo, Sanzu junto sus labios con los del contrario.
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