—Fue divertido. —Le dijo la pelirroja al pelinegro.
—¿Segura que no te duele? —Le preguntó el pelinegro tocando su frente.
—Sí Adam —respondió la pelirroja—, solo me pondré esta crema —le enseñó un bote—, y me bajará la inflamación.
Estaban en el cuarto de la pelirroja, él sentado en su cama y ella daba vueltas de aquí para allá, era tarde. Era de madrugada. Él no se había querido ir, y ella no era capaz de echarlo, o más bien, no quería.
Pero tenía que hacerlo, David llegaría en cualquier momento, y lo primero que haría sería ir a verla, no sería una linda bienvenida que la pelirroja estuviera en su cuarto con el pelinegro. Adam tenía que irse.
—Adam enserio tengo que dormir. —Le dijo.
—Duérmete, yo te cuidaré. —Respondió él.
—Tienes que irte. —Se paró frente a él y puso sus manos en sus caderas.
—¿Por qué? —Preguntó él levantándose—, ¿Te pongo nerviosa?
Quitó las manos de sus caderas y miró hacia arriba, hacia Adam; quien avanzaba hacia ella, lentamente, Jennifer por reflejo comenzó a retroceder. Hasta que su espalda chocó contra la pared. Ya no había donde escapar.
—N-no. —Logró decir.
—¿Entonces por qué es? —Preguntó cerca de su rostro.
Pasos, eso alertó al pelinegro haciéndolo voltear, permitiendo a Jennifer admirar su perfil. Su afilada mandíbula, su piel suave, su linda boca, sus ojos grises. Parecía un modelo y en otra vida, tal vez, podría haberlo sido.
—Jennifer. —La voz de su padre la sacó de sus pensamientos.
—Por eso —respondió la pelirroja—. Tienes que irte ahora. —Empujó al pelinegro hasta la ventana. Pero desde ahí él ya no le permitió continuar.
—Te veo mañana. —Depositó un suave beso en su mejilla y saltó de espaldas a la ventana abierta. Charlie lo recibió antes de caer a césped.
Por instinto ella se tocó la mejilla, en donde él le había besado. Más pasos, pasos subiendo las escaleras. Corrió a su cama, se escondió debajo de las sábanas y fingió dormir.
La puerta se abrió y David caminó hacia su hija, su pequeña niña, la única que no lo había abandonado. Definitivamente, la quería más que a Evan, él lo había dejado. Salió del cuarto y fue al suyo.
Sin darse cuenta se quedó dormida, no se había dado cuenta de que tenía mucho sueño.
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Despertó abrazada a algo, algo que también la abrazaba.
—¡Ahh! —Gritó retrocediendo, hasta que ya no había algo a lo que retroceder y se cayó de la cama.
—Jennifer, ¿Estás bien? —Preguntó corriendo hacia la pelirroja.
—¿Adam? —Preguntó sorprendida—, ¿Qué haces aquí?
—¿Creiste que enserio me iba a ir? —La ayudó a levantarse—, te dije que te cuidaría.
—Eso fue antes de que papá apareciera. —Se desenredó de su sábana y la puso en su cama.
—David se fue luego de que te quedaras dormida —respondió él—, me consta porque me quedé esperando.
—No creí que te lo tomaras tan enserio. —Entrecerró los ojos un poco.
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Tal vez este es mi destino ✔️ [Pepromeno #1]
FantasiSi Jennifer utilizara una palabra para describirse a sí misma podría usar: Tímida, callada, reservada, introvertida y una que no podía faltar, increíblemente torpe. Aunque todo cambia un viernes por la mañana. Ahora, con todo y su torpeza, tiene que...