Tal vez este es mi destino ✔️ [Pepromeno #1]

Capítulo 29: El teatro

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Salieron del cine aún con las palomitas en las manos, la pelirroja aún tomaba de su soda, mientras que los dos adultos que la acompañaban iban hablando tomados de la mano, ignorando completamente la existencia de la pelirroja, ¿Por qué? Porque cada vez que ella le preguntaba algo a David él no respondía, estaba muy ocupado hablando con Eva, por lo cual decidió no preguntar y buscar en google.

Por fin llegaron al auto, Eva adelante y la pelirroja atrás, iba escuchando música y pronto se durmió, los carros le daban sueño.

—Linda, despierta. —Una voz la despertó.

—¿Ah? —Abrió los ojos y lo primero que vio fue a Eva.

—Ya llegamos. —Dijo.

—Ya voy. —Respondió la pelirroja, se bajó del auto y se estiró.

Se sentía fuera de lugar y aún tenía sueño, además le dolía el cuello, se durmió sentada. Estaban en la cochera, ella y Eva, al parecer David estaba adentro de la casa, estaba preparando la cena.

—¿Qué vamos a comer, cielo? —Preguntó Eva al lado de la pelirroja.

—Chuleta. —A Jennifer se le hizo agua a la boca.

—Iré a mi cuarto. —Dijo sin ganas.

—No te vayas a dormir, si no, no duermes. —Le dijo David.

—Sí papá. —Respondió sin ánimos.

David se le hacía molesto, no lo era, o bueno, no exactamente; pero la pelirroja no sabía porqué todo lo que hacía, decía u opinaba su padre era la cosa más molesta del mundo, aunque muchas cosas que él hacía, decía u opinaba estaban totalmente injustificadas, y lo peor es que ponía unas excusas extremadamente estúpidas. Excusas que le molestaban aún más.

Alistó sus cosas para el siguiente día (Jueves) y cuando por fin terminó de alistarlas David la llamó a cenar ella bajó y vio a Eva y David sentados en la mesa hablando. En verdad parecían una pareja y le parecía lindo ver a Eva sonreír, pero le molestaba ver a David como si nada.

—*Cínico* —Pensó con desagrado.

—¿Qué esperas para sentarte? —Preguntó David.

No lo había preguntado de mala forma, solo intentaba ser gracioso, pero a la pelirroja él y sus acciones le molestaban y no sonó muy bonito, entonces frunció el ceño enojada y se sentó al lado de Eva, frente a él.

—Flaca, ¿Cómo te va en la escuela? —Sí Eva le decía flaca a Jennifer, y sí ella era delgada.

—Pues, bien —no sabía qué decir—. Oye ahora que lo pienso, me hubiera gustado que hubieras ido a la presentación a la que papá faltó, probablemente te hubiera gustado —miró a David que efectivamente estaba enojado a más no poder—. Iré a comer a mi cuarto. —Molesta se levantó de la mesa y caminó escaleras arriba, cerró la puerta con furia.

Ni siquiera había llevado su comida. Bajó igual de molesta y vio a David feliz, no le había importado, y a Eva un poco preocupada, ella sí se preocupó por la pelirroja. Recogió su plato y ahora sí se fue a su cuarto molesta a más no poder.