Tal vez este es mi destino ✔️ [Pepromeno #1]

Capítulo 30: Sicario

Antes de que lo leas una advertencia muy importante: Este capítulo contiene más palabras soeces que de costumbre, además se tratan temas un poco delicados como violación y tortura, solicito discreción respecto a eso, si no te gusta este tipo de contenido pues no lo leas, no es muy relevante a menos que quieras saber qué pasó con Cinisca, de eso trata este capítulo, pero si decides proceder que sea bajo tu propio riesgo.

Dejo la advertencia de lado y procedamos con el capítulo :D

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

2/2

Domingo 12 de Junio 2022

-¿Qué haremos ahora? -Preguntó la pelirroja.

-Yo buscaré a mi hermana. -Respondió Cinisca parándose.

-¡Oye! -La llamó Akemi-, ten cuidado. -Cinisca sonrió y luego salió del castillo.

Buscaría a su hermana y le sacaría información sobre el traidor de Kaisan, ese era su nuevo objetivo y nadie la distraería de él. Miró todo desde perspectiva, sobre la gran muralla, veía hacia el bosque, pero no habían señales de humo o fuego, no tenía ninguna pista sobre dónde podrían estar Bashira y Alynne. Pero decidió comenzar en Xalion, el reino al otro lado del bosque.

Corrió entre los árboles, acercándose a su objetivo, Xalion, por fin llegó al pueblo de Xalion, recibió varias miradas juzgadoras o de duda, obviamente iba a recibirlas si se veía como un sicario, una asesina a sueldo, justo lo que no era, justo lo que su hermana y su padre eran, ella se veía como todo lo que detestaba.

Por eso cuando tuvo la oportunidad tomó una vieja capa de cuero y se cubrió con ella. -*Hubiera traído mi capa* -Pensó molesta- *Así no tendría que traer puesto este vejestorio* -La verdad es que aquella capa de cuero era de un color marrón, y estaba maltratada, así que sí, esa capa era horrible.

Caminó entre la gente viéndolos a todos, alguno tenía que parecerse a Alynne, porque bueno digamos que Bashira era demasiado grande e imponente como para pasar desapercibido, por lo cual decidió buscar a Alynne. Miró a todas las personas, pero no reconoció a ninguna, hasta que lo vio.

Un hombre delgado, vestido de mecánico, cuando este hombre la vio se quedó viéndola y cuando la reconoció salió corriendo, Cinisca lo siguió. El hombre se metió en un callejón y dejó caer cajas, para que Cinisca no pasara, ella esquivó todas y cada una como si nada. Pero este hombre se había metido en un callejón sin salida. Miró a todos lados buscando una salida, por fin la encontró iba a subir una pared, podía subir esa pared, intentó subir esa pared, pero Cinisca es Cinisca por lo tanto lo jaló del talón del pantalón y lo bajó. Lo acorraló contra esa pared con espada al cuello.

-Hola Falco. -Lo saludó enojada.

-Ci-Cinisca -saludó asustado-, no te había reconocido.

-Claro, por eso corriste.

-Lo siento ¿Ok? Te pagaré.

-¿Qué? -La pelinegra preguntó sorprendida.

-Por eso viniste ¿No? Para que te pague lo que te debo. -Cinisca dejó de amenazarle el cuello con una espada.

-No vine a eso -respondió Cinisca-. Ven te invito algo de tomar.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

-¿Guardia real? -Preguntó él sorprendido- ¿Estoy hablando con la misma Cinisca?

-Depende de a qué Cinisca te refieras -respondió la pelinegra-, la Cinisca a la que conocían como una sicaria o la Cinisca que sólo es Cinisca.