Entre mentiras y traiciones...
Viernes por la noche
Los gritos retumbaban por aquella espaciosa casa, sus padres estaban gritándose otra vez, ella harta de aquella situación salió de la cocina con su cena, un sándwich tostado, en dirección a su cuarto ahí todo era paz, todo era tranquilo y no tenía que aguantar las estupideces de dos padres que no querían estar juntos.
—¡Valeria sé útil una puta vez en tu vida y ve a limpiar el desastre de tu padre! —Gritó su madre.
Aquella mujer odiaba llamarla por el nombre que su padre le había puesto en honor a su abuela.
—Sí madre. —Cristabel vio a su padre irse de aquella mansión antes de que ella limpiara los vidrios rotos y papeles que su padre había tirado a causa de la discusión.
Su madre se encerró en su sala personal, ahí iba todo el tiempo, pues ella todo el tiempo peleaba con su padre.
—Un día menos Cristabel, un día menos.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Sábado por la tarde
Metía frenéticamente sus cosas en la maleta, estaba retrasada y probablemente la regañarían por ello.
—¡Jennifer apúrate, no será sábado toda la vida! —Dijo Katherine desde las escaleras.
—¡Ya voy! —Respondió la pelirroja desde la habitación.
Una bocina de auto sonó, alertando a la pelirroja.
—¡Qué ya voy dije! —Gritó hacia la ventana, en donde se veía el auto de Cristabel.
Bajó rápidamente las escaleras, tropezando cinco escaleras arriba del suelo, típicamente de Jennifer, el pelinegro la sujetó antes de que cayera.
—Un día que no te caigas. —Pidió Katherine saliendo de la casa.
—¿Nos vamos? —Preguntó el pelinegro ayudando a Jennifer a bajar el resto de escaleras.
—Sí, vámonos. —Salieron de la casa, Jennifer cerró la puerta de su casa antes de subir a la limosina con el pelinegro y las demás (Tania, Cristabel, Brittany, Katherine y Karla). En total eran siete, contando a Jennifer y Adam.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Llegaron a la casa de Cristabel, corrección, la mansión de Cristabel. Hoy, la pelirroja y sus amigas harían una pijamada, agregar a Adam fue idea de Brittany y la pelirroja la apoyó con todo el gusto, así que sí, fiesta de chicas y un chico ¡Yei!
Bajaron todos del auto y caminaron hacia la casa, atravesaron el jardín, lleno de flores; a Jennifer le recordaba mucho al jardín de Arian, pero este no era tan grande, aunque tenía más flores.
—Bienvenidos a mi humilde morada. —La voz de Cristabel hizo eco en el recibidor.
—¿Cómo sería la que no es humilde? —Preguntó Brittany entrando a la casa con confianza, al fin y al cabo ella prácticamente vivía ahí.
—¿Tus padres están aquí? —Preguntó Karla por las demás. Las otras chicas, y Adam, se quedaron en la entrada hechas una masa de gente, sin contar a Adam, viendo cada una a distintas direcciones por si algo aparecía.
—No, no están aquí. —Respondió Cristabel.
—Supongo que podemos entrar. —Dijo Jennifer caminando dudosa, las demás, y Adam, la siguieron ya más tranquilas, sin contar a Adam.
—Es temprano —dijo Tania—, tengo hambre. —Caminó en dirección a la cocina.
—No tienes que decirlo dos veces. —Cristabel la siguió.
ESTÁS LEYENDO
Tal vez este es mi destino ✔️ [Pepromeno #1]
FantasySi Jennifer utilizara una palabra para describirse a sí misma podría usar: Tímida, callada, reservada, introvertida y una que no podía faltar, increíblemente torpe. Aunque todo cambia un viernes por la mañana. Ahora, con todo y su torpeza, tiene que...