Capitulo 3

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Capitulo 3: Como (no) montar en kayak (tutorial)

—Buenos días—froto mis ojos intentando despertarme.

—Buenos días—le contesto a Darien—, ¿dormiste bien?

—Muy bien. ¿Y tú?

Creo que por primera vez en muchos años estoy empezando a descansar, durante casi toda mi vida estuve comiéndome la cabeza con la muerte. Tenía miedo de dormirme y no despertar, pero ahora simplemente estoy viviendo, olvidándome de mi enfermedad y comenzando a centrarme en vivir.

Tengo que recuperar 18 años de vida, lo más rápido posible.

—¿Vamos? —asiento con la cabeza mientras termino de prepararme.

—¿Sabes montar en kayak?

—Si, ¿tú no?

—No—niego con la cabeza—. ¿Me podrías enseñar?

—Claro—asiente.

Después de casi 20 minutos en autobús (y algunos andando) llegamos a el parque Canal Walk.

¡Esto es alucinante!

En medio del parque hay un canal enorme, puedes cruzarlo en kayak, en una especie de mini barco a pedales y en lo que creo que es una góndola. Alrededor hay bancos, césped, inmensos árboles y flores. Personas de todas las edades pasean tanto por el césped como por el canal, ancianos, niños y adultos ríen y disfrutan del día, del buen clima y de las maravillosas vistas.

—¿Montamos en kayak? —sonrío ante la proposición de Darien y asiento con la cabeza entusiasmada.

—Dos kayaks, por favor—intento sacar de mi bolsillo billetes para pagarle mi kayak a la mujer, pero Darien me toma de la muñeca, impidiéndomelo.

—A esta aventura invito yo—dice y a pesar de que intento decirle que pago yo, no me hace caso.

Se supone que le estoy hablando a un chico de metro ochenta, no a una pared.

—Tu primero—señala el kayak y yo tomo aire—, ¿tienes miedo, ojos de ángel?

Lo miro mal por el estúpido apodo el cual ni siquiera tiene sentido ya que mis ojos son marrones y simples.

Yo los denomino <<<ojos color popo>>>

—No tengo miedo—aprendí a convivir con el miedo hace demasiado tiempo—. Y no me llames <<<ojos de ángel>>>

—¿Te molesta? —subo a mi kayak y el hace lo mismo subiéndose al suyo.

—No —respondo —. Pero no tengo ¨ojos de ángel¨, tengo ojos simples, como la mitad de la población.

—Bueno, ojos simples —ruedo los ojos —, ¿hacemos una carrera?

—No. Estaríamos en desventaja, yo no sé montar en kayak, tú sí.

—Miedica —lo miro con furia mientras sonríe, sabiendo que me está provocando —. Vamos ojos simples, una carrerita.

—El que pierda duerme hoy en el sofá—añado, preparándome.

—Hecho —sonríe con prepotencia y me dan ganas de tirarlo al agua para comprobar que tan bien sabe nadar.

—Preparados...—comienza— listos... ¡ya!

Comienzo a remar con dificultad intentando alcanzarlo, ¡mierda es muy rápido!

—¡Si te rindes ahora te dejo dormir en la cama ojos simples! — me grita y acelero los movimientos de mis manos remando cada vez más rápido, llegando a su lado.

Me mira con un ápice de sorpresa cuando se da cuenta de que lo estoy dejando atrás.

—¡Oye! —me doy la vuelta para mirarle con burla.

—Perdedor—me burlo y me mira mal—. ¡Vas a dormir en el sofá, prepara tu espalda!

—¡No cantes victoria antes de tiempo ojos simples!

De un momento a otro caigo al agua, ¡el tramposo de mierda me ha empujado! Se para mirándome mientras ríe, lo miro cabreada.

—¡Idiota! —exclamo con furia apartándome el pelo mojado del rostro.

—Ven—me extiende la mano para ayudarme a subir.

Lo agarro y lo atraigo hacia mí, haciendo que caiga al agua conmigo.

Si yo pillo una hipotermia el también.

Cae al lado mío, salpicándome. Me rio en su cara mientras el me mira con enfado.

—Tramposa—suelta mientras me mira fijamente a los ojos.

—Tramposo.

—Mala perdedora—¿mala perdedora yo?

—Mal perdedor tú, ¡me tiraste! —le reclamo, pero solo se ríe.

—No seas dramática ojos simples—dice mientras se sube a su kayak—. Se está haciendo tarde—añade—, ¿vamos a tomar un chocolate caliente? Por tu culpa tengo frio—ruedo los ojos ante sus quejas y me subo al kayak, siguiéndolo para llegar de nuevo al puesto donde los alquilamos.

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

—Gracias—le agradezco al chico que me entrega el chocolate con leche, que bien huele.

Me siento al lado de Darien, la cafetería es muy bonita, tiene un aspecto rustico mezclado con toques contemporáneos que la hace ver muy especial.

Tomo un sorbo de mi chocolate caliente, creo que después de casi morir de hipotermia por culpa de mi idiota compañero de viaje, este simple chocolate me sabe a gloria pura.

—Cuéntame algo de ti —le pido a darien, quien se encuentra tomando lo mismo que yo intentando entrar en calor.

—Me gusta leer—responde después de unos segundos.

—¿Qué tipo de libros sueles leer? —le pregunto, interesada por saber más de él. Tenemos un viaje un poco largo por delante asi que supongo que podemos hacernos colegas, en esta época del año ya empieza a nevar en algunos estados, y debido a eso las carreteras suelen estar cortadas. Si todo va bien en menos de dos semanas estaremos en Alaska.

—Romance y novela negra.

—¿Cuál es tu libro favorito? —inquiero mientras le doy otro sorbo a mi chocolate.

—El día que dejo de nevar en Alaska, de Alice Kellen.

—Aun no me lo he leído, pero dicen que es muy bueno —le comento, encogiéndome de hombros.

—Lo es—me asegura.

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

Después de tomarnos el chocolate caminamos hasta el motel, durante el camino me quede absorta mirando el cielo estrellado, las constelaciones que se formaban eran realmente hermosas.

—Buenas noches ojos simples—suspiro mientras ruedo los ojos, algo me dice que va a llamarme por ese apodo durante todo el viaje.

—Buenas noches Darien—tendré que pensar un apodo para el hasta que acabe nuestra aventura.

Esta noche solo puse un cojín de barrera.

Mañana será un nuevo día, por lo tanto, una nueva aventura.

Somos constelaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora