Capítulo 16

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Capítulo 16: Etéreo y Inefable

Etéreo; Algo extremadamente frágil y ligero, como si no fuera de este mundo

Inefable; Algo que no puede ser explicado con palabras

Darien

El amor es algo complejo y etéreo, algo frágil y ligero, que cuando se tiene bien, se cuida bien y se quiere bonito parece que no es de este mundo. Hay personas que no entienden lo que es el amor, el amor es querer incondicionalmente a una persona, con sus defectos y cualidades, con sus manías y sus temores.

Cuando se quiere a alguien, nos olvidamos del resto de las personas, del resto de los pretendientes, porque cuando se está enamorado solo tenemos ojos para esa persona.

El amor puede surgir en pequeños detalles, pequeñas palabras bonitas, en momentos.

Existen personas que se olvidan de lo que significa amar, de que para querer tenemos que luchar, que pelear contra las batallas y pequeños problemas que puedan surgir entre ambos. Los pequeños problemas pueden romper relaciones débiles, pero las relaciones consolidadas, no las puede rozar.

Mientras escribo mis pequeñas reflexiones, miro a Pelotita, quien gruñe a la nada de vez en cuando y da vueltas por la habitación con su juguete en la boca.

Observo a ojos simples de vez en cuando, quien está sentada tranquila leyendo el libro que le regalé.

Analizo su rostro, delgado, con las facciones marcadas, sus ojos grandes, marrones y brillantes, su boca, con una sonrisa perfecta y unos labios carnosos. Su pelo largo y castaño, sedoso y brillante.

Me pongo a pensar en los besos que nos hemos dado, sus labios saben a fresa y miel, no aguanto la fresa, pero de sus labios, me he vuelto adicto a aquella fruta rojiza poco a poco.

Cuando pone sus brazos alrededor de mi cuello, y me acerca más a ella mientras me besa, cuando acaricia mi rostro con suavidad, y sobretodo cuando miro sus ojos después de besarnos, ver el brillo en ellos y la pequeña sonrisa que hace logrando que se le escapen esos hoyuelos tan bonitos que tiene. Todas esas cosas me hacen sentir raro de una manera bonita. No se como explicarlo, es algo... inefable. Algo inexplicable que sube por mi pecho y que de vez en cuando me quita el aliento por un par de segundos.

Cada vez que me besa o cuando me abraza por detrás dormida en medio de la noche, cuando comienza a murmurar mientras lee sus libros favoritos...

—¿Como va el libro? —le pregunto.

—De momento es interesante y bonito. Todavía no se han besado pero se nota la tensión que hay entre ellos.

—¿Tensión? —alza la vista de su libro y me mira a los ojos.

—Ya sabes, ese momento donde ambos se mueren por besarse, donde ambos se miran a los ojos fijamente y se dicen con miradas lo mucho que ambos lo desean. Lo mucho que ambos desean besarse lentamente, con pasión, como ella desea que él acaricie su cabello con suavidad, la mire a los ojos y le diga; "Necesito besarte"

Trago saliva con dificultad, la miro a los ojos y me siento en la cama con ella, ambos nos miramos fijamente durante un par de segundos, y entonces nos acercamos poco a poco el uno al otro.

—Este sería el momento del libro en el que... —comienza a hablar pero la interrumpo.

—¿En el que te digo lo mucho que deseo esto?

—Si —intercambia su mirada entre mis ojos y mis labios.

—Ariadna, no sabes cuanto deseo besarte en estos momentos.

Ambos nos quedamos callados después de eso, nos seguimos mirando mientras como ella dijo antes; nuestras miradas hablaban por nosotros.

—Entonces, ¿por qué no lo haces? —me dice en voz baja, susurrando sobre mis labios lentamente.

—Porque quiero que me digas que tú también deseas esto tanto como yo.

—Lo deseo Darien, quiero que me beses.

Acaricié su cintura, mientras ella hacía lo mismo en mi cuello.

Nuestros labios se encontraron en un pequeño roce, como si quisieran explorarse con cautela. Lentamente, nos fuimos acercando más hasta que finalmente nos fundimos en un beso apasionado. Nuestros corazones latían al unísono, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ver nuestros labios bailar.

Al separarnos, no por querer o por falta de ganas de seguir, si no por falta de aire, nos quedamos observándonos y le di un leve beso en la frente.

—Ha sido...

—¿Perfecto? —le dije completando su frase con mi definición de aquel beso.

—Perfecto —sonrió y pude ver sus hoyuelos sobresalir.

—¿Sabes algo? —le pregunté.

—¿Si?

—Todavía tenemos una larga lista que cumplir sonreí—. Y creo, que en esa lista hay algo que deberíamos de hacer hoy.

—¿El que?

—Atardecer en la playa.

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La luz del atardecer bañaba la playa mientras las olas acariciaban la arena. Tomé su mano y nos comenzamos a reír por la imagen de Pelotita; estaba intentando morder el agua que iba y venía. Nos tumbamos en la arena mientras carcajeábamos y nos acurrucamos sobre ella.

—Mírale, pobrecito, no logra morder las olas.

—Pelotita es algo tonto —le digo.

—No es tonto —reclama ella dándome un golpe en el hombro.

—Entonces lo que ocurre es que las olas son demasiado rápidas —ambos nos miramos a los ojos y comenzamos a reír locamente.

Volvimos a besarnos lentamente, esta vez más rápido que la anterior, tumbados aún, nos besamos con pasión, rápido y desenfrenado. Agarro sus caderas y la pegó más a mi cuerpo, cuando nos separamos, es ella la que vuelve a besarme, esta vez más lentamente, más suave, con más delicadeza.

Cuando comenzamos a subir la intensidad del beso, Cosmo salta sobre nosotros con algo en la boca. Al mirarlo bien nos damos cuenta de que es una medusa muerta.

—¡Mierda! —Ariadna grita y intenta quitársela de la boca, pero le resulta difícil, Pelotita la tiene bien agarrada— ¡Suelta eso!

—¡Pelotita suelta eso! ¡Ahora!

Cosmo nos mira con ojos saltones y suelta la medusa en la arena, entonces se va corriendo al mar y salta a él comenzando a nadar, a los pocos segundos supongo que por el frío que hace, sale corriendo y nos salpica con el agua en su cuerpo.

—¡Cosmo! —Ariadna se revuelve del frío y yo hago lo mismo al sentir como el perro me moja.

Nos miramos, ambos empapados y comenzamos a reír de nuevo, nos tumbamos nuevamente en la arena y nos volvemos a besar lentamente.

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A quien esté leyendo esto, espero que os haya gustado el capítulo, ya podéis leer mi nueva historia con cliché de relación falsa; Si ellos supieran

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