Capítulo 20

7 2 0
                                    

Vale, ahora una pregunta sería e importante, ¿Qué se supone que se hace cuando se tiene pareja? ¿Cómo se sobrelleva eso? ¿Qué hay que hacer? ¿Habrá que ponerle un apodo cariñoso o algo parecido, o sigo llamándolo guitarrista?

Se supone que ahora somos novios, ¿pero que significado tiene en realidad ser novios?

Supongo que mucha gente asignará el ser novios a besarse, acariciarse y acostarse. ¿Pero es eso todo lo que incluye? ¿Es tan fácil y a la vez tan difícil como esas simples —o no tan simples— tres cosas?

Observo por la ventanilla de la furgoneta, estamos de camino hacia la frontera de México con Canadá, poco a poco nos alejamos del clima tropical y vamos llegando a uno más invernal.

—Te noto callada y nerviosa, ¿en que piensas? —pregunta Darien haciéndome romper mi confusión mental.

—En lo de ser novios —tomo el valor para decirlo.

—¿Te estás arrepintiendo? —cuestiona con un tono desilusionado.

—No —asiente con la cabeza—. Simplemente no se lo que significa tener pareja.

Darien me mira de reojo antes de tomar aire y responder; —Tener pareja significa lealtad, fidelidad y tenerse un cariño especial. Tener pareja quiere decir tener constancia, ganas de conocer a esa persona, de estar con ella en los buenos y en los malos momentos. Simplemente respetarse y quererlo o quererla con sus defectos y virtudes.

—¿Y implica acostarse? Ya sabes... —Darien me miró riendo un poco y mi rostro se acaloró.

—No necesariamente, acostarse es algo que debes hacer con la persona a la que ames, y que sepas que te va a cuidar y respetar. Si esa persona es tu pareja actual deben hablarlo y dejar claro los límites de cada uno.

Me quedé un par de segundos pensando, antes de responderle; —¿Tú tienes límites?

—Todos los humanos tenemos limites.

—¿Cuáles son los tuyos?

—De momento mi límite son los besos. ¿Y el tuyo?

—Los besos también. Son mi límite.

—Bueno —comenzó—, entonces ya está claro nuestros limites.

—Si —giré mi cabeza volviendo a mirar el paisaje, ya estamos entrando en Canadá, y puedo ver un poco de como se ve.

Alrededor nuestro se ven verdes praderas, árboles grandes y otros pequeños, montañas de tamaños impresionantes. Puedo observar los pájaros volando y escucharlos cantar mientras revolotean por el aire.

Miro a Cosmo, quien en el asiento trasero observa por la ventanilla al igual que yo, a pesar de que no llega demasiado bien.

—¿Qué haremos en Canadá? —preguntó.

—Primero buscar un hotel, descansar hoy y mañana temprano ir a ver las cataratas del Niagara y el lago Moraine.

—Definitivamente debemos ir a ver las cataratas.

—Si —sonreí al saber que estaba de acuerdo conmigo.

Canadá

Cada día me levanto con el el temor de que sea el último. Con el miedo de que Darien y Cosmo me encuentren tumbada en la cama sin poder respirar, sin poder moverme, sin poder vivir. Se siente como si la parca durmiera a mis pies cada que se pone el sol, esperando el momento adecuado para llevarme.

Tengo dos miedos únicos en este momento; el primero que mi compañero de viaje y mi perro me encuentren sin vida, y el segundo, morir antes de llegar a ver Alaska y encontrar a mi padre.

Somos constelaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora