Edgar y yo desayunamos juntos y conversamos por un rato. Después de un rato le llevé las pastillas recetadas por el doctor y luego de dárselas con un vaso de agua tocaron a la puerta y fui a la entrada para ver quién era. Un hombre de unos treinta años de edad, vestido con un esmoquin color chocolate oscuro y perfectamente peinado sacó su identificación explicándome que era el detective Matt Moore. Lo invité a pasar y me pregunté cuál sería el motivo de su visita.
➢ Me han indicado en el hospital Saint Marie que el señor Thompson se encuentra aquí. ¿Pudiera hablar con él unos minutos?
➢ Sí, claro. Sígame. -y lo conduje hasta Edgar que estaba sentado en mi sofá con su pierna descansando sobre unos cojines.
➢ Buenos días, señor Thompson. Soy el detective Matt Moore y quisiera hacerle unas preguntas sobre su accidente.
➢ Sí, claro. Tome asiento, detective Moore. Yo soy arquitecto y la empresa para la que trabajo me envió para medir un terreno recién comprado en esa zona para diseñar un complejo de apartamentos. Me detuve en una gasolinera para llenar mi tanque y llamar a Jane, mi pareja, para que no se preocupara. Terminé de hablar con Jane y retomé mi camino por la autopista para continuar mi viaje. En la esquina de esa calle hay un semáforo y me detuve en él porque estaba en rojo. De la nada salió un auto plateado disparado contra el mío chocándome por el asiento del conductor sin darme tiempo a reaccionar.
➢ ¿Recuerda la cara del chofer o la matricula del auto? -preguntó el detective mientras yo me sentaba junto a Edgar.➢ No recuerdo mucho porque fue muy rápido, solo me fijé que el conductor llevaba gorra y camiseta negra y algo rojo en el cuello. No sabría decirle si era un pañuelo rojo o cabello largo, no estoy seguro.
➢ Entonces no podemos descartar de que se trate de una mujer. ¿Y del auto, recuerda algún detalle? -preguntó anotando en un pequeño bloc que sacó con rapidez.
➢ El auto era plateado, Mercedes, si no me equivoco y de la matricula solo recuerdo los últimos números. 13
➢ Muy bien. ¿Entonces qué pasó después del choque? -dijo apuntando y mirando a Edgar de forma inquisitiva.
➢ Después del choque estaba consiente, no me desmayé a pesar de mis heridas y el dolor pude ver como daba marcha atrás y se alejaba de allí sin siquiera bajar del auto para auxiliarme. Me socorrieron las personas que estaban en la gasolinera que vieron el accidente desde allí y me llevaron al hospital.
➢ Muy bien. La gasolinera tenía cámaras de seguridad que grabaron todo y estamos revisando los videos minuciosamente para dar con la persona que lo atropelló y huyó. En cuanto tengamos algo más le informaremos de su caso. En unos días le devolveremos sus pertenencias por ahora forman parte de nuestra investigación. Gracias por su tiempo y no dude en llamarme si recuerda algún detalle. Aquí tiene mi tarjeta. -dijo sacando su tarjeta de uno de sus bolsillos. De inmediato se puso de pie, guardó su bloc y se dirigió a la puerta principal. Yo lo acompañé hasta la salida y cerré la puerta cuando se fue.
Regresé con Edgar y me senté a su lado preguntándome quien podría haber sido.
➢ ¿Crees que haya sido a propósito?
➢ No lo sé, pero eso parecía por la forma en que salió directo hacia mí. También le pudieron haber fallado los frenos, es una posibilidad. Pero bueno de eso se encargará la policía.
➢ Sí, espero que lo descubran pronto.
Regresé a la cocina para preparar el almuerzo y al terminar me enrosqué junto a él en el sofá mientras acariciaba mis cabellos con mi cabeza apoyada en su regazo. Me quedé dormida ya que hacía días que no estaba tan cómoda y a gusto. Pasó un rato hasta que Edgar apartó un mechón de cabello de mi rostro haciéndome cosquillas. Me había despertado porque estaba hambriento ya que eran más de las 12 del día. Almorzamos juntos y vimos una película romántica comiendo palomitas de maíz. Edgar me dijo que quería llamar a su hermana y explicarle lo que pasó pero que todavía la policía tenía su celular. Entonces le dije que podía utilizar el mío y fui a buscarlo, estaba sobre la mesa del comedor. Lo dejé a solas un momento para que pudiera hablar con ella. Regresé al rato y escuché que se estaba despidiendo de ella para colgar. Colgó y me lo entregó dándome las gracias mientras me decía que Amy preguntó por mí y que tuvo que convencerla para que no tomara un avión de regreso para verlo. Luego de un rato fui a la cocina para buscar unas frutas para Edgar, las corté en trozos para que pudiera pincharlas y comerlas con un tenedor. Sonriendo tomó el plato diciéndome que así engordaría y yo sonreí imaginándolo con algunas libras de más.
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Al final de mi vida
RomanceUna mujer de cuarenta y tantos sufre el engaño de su esposo después de 30 años de casados. Luego del divorcio se encuentra devastada y sin un rumbo en su vida. Una noche va a un bar y se pasa de tragos, está hecha un desastre pero aún así logra atr...