CAPÍTULO 9 : ELLA

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La reunión había empezado, transcurrió de manera seria, y duró casi tres horas, ambas gemelas fueron prácticamente ignoradas durante todo el tiempo que duró, aunque realmente no esperaban más, pues sabían que irían solo a escuchar y observar

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La reunión había empezado, transcurrió de manera seria, y duró casi tres horas, ambas gemelas fueron prácticamente ignoradas durante todo el tiempo que duró, aunque realmente no esperaban más, pues sabían que irían solo a escuchar y observar. De todas formas, Lilinet tomó atención a lo que hablaban en esta, relacionando las cosas que decían con lo que había aprendido en sus clases, encontrando un mayor sentido a alguno de los términos que le presentaron en estas. Mientras Shinesi solo estaba pensando en las cosas que veía alrededor de la habitación, disociando de sus propios pensamientos cada tanto, sin tomar atención a nada realmente.

Sus padres seguían molestos por el cambio de color de cabello, pero decidieron dejarlo de lado por lo que duraba el viaje, a pesar de lo poco que conocían a sus hijas tenían algo en claro, Lilinet no cambiaria el color de su cabello tan fácil, y aunque lograran que Shinesi vuelva a su color natural, había cortado su cabello, y era algo que no podían cambiar.

El primer día había pasado de forma aburrida, no tenían qué hacer además de estar en su habitación, pero tras un par de horas decidieron salir a pasear por el malecón, esperaban que no hubiera mucha gente, pues deseaban solo pasear en silencio.

Cambiaron sus vestidos por un par de pantalones y camisas, añadieron una capa algo larga para cubrirse más, y salieron por la ventana, Lilinet creó una escalera para poder llegar al suelo de forma segura junto a su hermana, caminaron con sigilo hasta una de las paredes del palacio, volviendo a usar la magia de Lilinet para cruzar del otro lado, logrando salir del palacio. 

- Sabes, existía una forma más sencilla de salir sin que se dieran cuenta.- decía de forma bromista Lilinet.

- Que raro.- decía volteando los ojos Shinesi.

- ¿Qué cosa? .- preguntó la mayor mirando a todos lados.

- Es solo que... no recuerdo preguntarte.- dijo la menor para salir camino al malecón.

Lilinet miró de forma molesta a su hermana, pero la siguió para luego tirar de su capa y hacer que tropezara, caminaron entre pequeños empujones y risas, en ese momento solo eran ellas dos. El mar golpeaba sobre las piedras de forma ruda, aunque lucía calmado a pesar de esto. Se acercaron a un pequeño puesto a comprar dulces, adoraban comerlos y era raro poder comerlos sin moderación así que apreciaban el momento, cuando volvían al palacio, Lilinet decidió jalar a su hermana hacia el mar, terminaron adentrándose hasta que el agua llegara a sus hombros, ninguna sabía nadar pero no pensaban en eso por el momento. Ambas tenían un miedo diferente respecto al mar, la imponente masa de agua causaba estragos en ambas en dos sentidos similares y contrarios, por eso les gustaba estar junto a la otra, al estar juntas, podían permanecer dentro del mar y sentirse seguras, podían adentrarse y estar seguras de que saldrían.

Al volver a su palacio y adentrarse en su habitación, se dieron un baño de forma rápida y vistieron algo cómodo para dormir. Al día siguiente sería probablemente igual de aburrido, pero sabían que los días pasarían de forma rápida, Shinesi aprovecharía para aproximarse más a Romanoff y Lilinet solo disfrutaría de fastidiar a su hermana con su nuevo interés romántico el tiempo que este durara.

𝑪𝑼𝑬𝑵𝑻𝑶 𝑹𝑶𝑻𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora