Historia original
Cuando todo el reino estaba en paz, un secreto que aparentaba ser pequeño e individual terminara afectando a todo el reino de formas en que nadie esperaba. Las cosas empiezan a salirse de control, y las soluciones de los reyes no...
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Despertadas por la niña entonando una canción de cumpleaños, con la albina sonriendo y aplaudiendo a un lado, siguiendo la melodía, tardaron un par de minutos en entender lo que pasaba y alegrarse por un despertar tan bonito. Fueron guiadas al comedor, donde un desayuno preparado por ellas esperaba, algo pequeño y con un par de cosas quemadas por la niña, pero hecho con mucho amor.
Descubrieron que durmieron más de lo normal, pero que tenían el día libre de tareas para disfrutar la mañana entre todas y alistarse tranquilas por la tarde. El desayuno demoró demasiado, un par de regalos fueron entregados, y las risas no faltaron, simplemente el mejor cumpleaños que tuvieron en su vida, decidieron salir de compras a la plaza, escuchando de los vendedores varias felicitaciones, fue un paseo tranquilo, solo ellas cuatro disfrutando de unas horas sin demasiado que hacer.
Volvieron a su palacio para almorzar, a pesar de que ya era un poco tarde para ello, el almuerzo duró tanto como su desayuno, pues las conversaciones parecían nunca acabar y las risas no se querían detener, deseaban pasar el resto del día de esa manera, solo ellas, siendo simplemente ellas, deseaban que terminara ese día, que no hubiera nada más que hacer, pero aún tenían normas implícitas que cumplir, y la gran fiesta era una de ellas, por lo que todas fueron a sus habitaciones a alistarse para esta.
Los baños perfumados fueron lentos y disfrutables, con todos los vestidos específicamente preparados para ese día, solo quedaba asegurarse de que le quedara perfecto a las recién llegadas, pues al estar lejos, no pudieron probarlos antes.
- Nunca use algo de este color.- decía Lilinet, mirándose al espejo.
- Bueno, creí que te quedaría bien y no me equivoque.- se alabó Shinesi.
- No crees que es un color un poco intenso.- preguntó.
- No, somos las cumpleañeras, creo que este año podemos resaltar.- respondió.
- Realmente espero que tu vestido sea de un color tan fuerte o me cambiare.- amenazó.
- Elegí un púrpura muy bonito.- contó.
- Supongo que está bien.- acepto.
- ¿No te molesta en ningún lado?
- No, es bastante cómodo, elegiste un diseño muy bonito, gracias Shin.- respondió.
- De nada hermanita, quería que todo saliera perfecto, todos saben que yo organice todo esto.- explicó.
- Fuerte presión, pero por lo que vi todo esta bien. ahora ponte tu vestido tú.
Las chicas continuaron arreglando a la otra, con poco de dificultad por los pomposos vestidos que llevaban, pero lo hacían de esa forma desde hace años, y no querían cambiarlo ahora, pronto entró Ivelle, halagando a sus hermanas por sus vestidos en rojo y púrpura, y pidiendo que la ayudaran a intentar arreglar su cabello, se considero lo suficientemente grande para peinarse a ella misma, pero no lo logró por completo, ayudando ahora a su hermana menor, continuaron hasta que Adeena llegó para ver si necesitaban ayuda en algo, ingresando a la habitación solo para unirse a la conversación de las hermanas y dar un par de opiniones sobre accesorios.
