CAPÍTULO 27: REACCIONES

5 2 0
                                    

El almuerzo empezó de forma calmada, con los reyes felicitando a su hija mayor por volver pronto, un pequeño regaño por dejar sola a su hermana por dos días, pero nada grave

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El almuerzo empezó de forma calmada, con los reyes felicitando a su hija mayor por volver pronto, un pequeño regaño por dejar sola a su hermana por dos días, pero nada grave. Preguntando cómo le había ido en esos dos días, obteniendo una respuesta apta para toda la familia. A pesar de que sabía que probablemente para su pequeña hermana sonaría muy bien decir que noqueo a todo un escuadrón ella sola, no quería preocupar a su gemela por el momento.

Cuando el almuerzo terminó el Rey pidió hablar con su hija mayor a solas, Lilinet veía venir el interrogatorio, pero no tenía opción, después de todo, más que su padre era el Rey. Camino detrás de él, una parte de ella quería salir corriendo de ahí, quería ir a su cama y dormir, contarle a Shinesi que había conseguido novia, que había dado un beso, bueno, en realidad dio muchos besos. Al pensar eso se cuestionó cuando debería decirle a sus padres que Adeena era su novia, hundiéndose en sus pensamientos hasta notar que ya habían llegado a la oficina.

- ¿Descubriste algo?.- preguntó el Rey.

- Confirme que Raynett es la causante de todo esto, y trajimos una muestra de sangre para tratar de descubrir qué veneno tienen en ellos para ser controlados.- hablo.

- ¿Cómo consiguieron sangre?.- preguntó confundido el hombre.

- Bueno... Adeena hizo un corte a uno de ellos y lo consiguió.- respondió la muchacha.

- ¿Y cómo logro eso?.- continuó preguntando.

- Digamos que... noquee a todos los soldados para que no le hicieran daño.- respondió en voz baja.

- Me sorprende, no pensé que llegarías a lograr algo por el estilo.- dijo serenamente el rey.

- He entrenado duro mi magia para lograr cualquier cosa que quiera.- dijo con seguridad.

- Si es así, confío en que ser una gran reina sea lo que más quieres.- dijo el padre.

- Es una de ellas, ser reina es para lo que he estudiado toda mi vida, no pienso dejarlo de lado.- respondió rápidamente.

- Y ahora si dejaras de ver a esa chica albina de una vez, o es que acaso ¿ahora si quieres una dama de compañía?.- dijo su padre

- No quiero a mi novia como dama de compañía, y menos alejarme de ella.- respondió demasiado rápido.

El rey miró seriamente a su hija, esta tenía una expresión de sorpresa, sin saber qué más hacer salió de la oficina directo a su habitación, necesitaba a su gemela o le daría un ataque de nervios en ese momento, como es que era tan estúpida como para decir tal cosa frente a su padre, lo que dijo y la forma en la que lo dijo estuvo mal, no debía hablarle así a su padre, tenía que recordar que sobre todo era el rey, no su padre, su rey.

Algo le decía que si no la desheredaban ahora, definitivamente nunca lo harían, o probablemente algo les impedía hacerlo, si eso pasaba juraba que se volvería peor, pero por el momento era hora de sufrir por la posible reacción de su acción. Cuando llegó a su habitación vio solo a su gemela leyendo en el balcón.

𝑪𝑼𝑬𝑵𝑻𝑶 𝑹𝑶𝑻𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora