CAPÍTULO 69: DESEOS.

0 0 0
                                    

Ya había pasado una semana más, los retrasos en entregas de suministros y antídoto solo alentaban el trabajo, estaba en medio de Quiet, cuando se suponía que a ese punto ya debería estar de vuelta en su hogar con sus hermanas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya había pasado una semana más, los retrasos en entregas de suministros y antídoto solo alentaban el trabajo, estaba en medio de Quiet, cuando se suponía que a ese punto ya debería estar de vuelta en su hogar con sus hermanas. No importaba cómo distribuyera el trabajo o en cuantas subunidades dividiera a los soldados, sin el envío del antídoto no podría avanzar, trabajaban solo cinco horas diarias, antes de que se acabaran las dosis y tuvieran que esperar una nueva carga el día siguiente.

Adeena notaba la molestia de su pareja, la frustración de ser molestada una vez más, no creía que los reyes arriesgaran la vida de tantas personas solo por fastidiar a la princesa, pero de alguna forma, suponía que la mayor tarea de cualquier rey era mantener ese título. Ella sospechaba la razón de todo esto, las princesas no solían resaltar en lo más mínimo, siempre encerradas en el palacio, ahora salían, luchaban, mostraban su poder, sobre todo Lilinet, escuchaba los halagos hacia la mayor, sabía que muchos alababan su capacidad para liderar, estaba segura de que era eso lo que molestaba tanto a los reyes.

- Estoy a nada de ir al palacio capital y obligar a esos científicos a crear una tonelada de antídoto para acabar con esto rápido.- comentó Lilinet, apareciendo a un lado de ella.

- Vamos, sabíamos que esto no sería fácil, aún tenemos un par de días para terminar esto, lo lograremos antes de tu cumpleaños.- ánimo.

- Algo me dice que lo hacen precisamente por eso, para evitar que pasemos nuestro cumpleaños juntas, a veces pienso en que deberían de morir pronto y otras que nosotras deberíamos escapar sumamente lejos.- se quejaba la teñida.

- Lilinet ya, ni siquiera hay un lugar a donde escapar, no hay más reinos cerca de aquí, y nadie sabe a cuánto tiempo pueda haber uno, y vamos, tus padres tienen más de 50 años, no es como que tengan mucho tiempo de vida.- bromeó un poco.

- Amor.- dijo. - realmente deseo que todo esto acabe.- confesó con cansancio.

- Lo sé, pero hasta que eso pase, nos mostraremos fuertes y unidas.- ánimo.

La llevó hasta la cama para acomodarse entre sus brazos y relajarse un poco, no encontraba mejor forma de hacerlo que esa, confiaría en que algo pasaría y todo mejoraría, pero por mientras, dormiría un poco y retomaría fuerzas para continuar.

La llevó hasta la cama para acomodarse entre sus brazos y relajarse un poco, no encontraba mejor forma de hacerlo que esa, confiaría en que algo pasaría y todo mejoraría, pero por mientras, dormiría un poco y retomaría fuerzas para continuar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑪𝑼𝑬𝑵𝑻𝑶 𝑹𝑶𝑻𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora