CAPÍTULO 38: CONSECUENCIAS

4 1 0
                                    

El día empezó de forma pacífica, con frío colándose por todo el palacio haciendo temblar a todo capaz de sentirlo, las gemelas despertaron como solo ellas saben hacerlo, caóticamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día empezó de forma pacífica, con frío colándose por todo el palacio haciendo temblar a todo capaz de sentirlo, las gemelas despertaron como solo ellas saben hacerlo, caóticamente. Ambas despertaron  en posiciones poco cómodas, como cada vez que dormían juntas, pero sin dudar felices, la primera en despertar fue Shinesi, quien se paró y empezó a arreglarse para él largo día que le esperaba. Vio a su hermana dormir plácidamente y como siempre, no fue capaz de despertarla.

Casi media hora después Lilinet despertó por sí sola, viendo de reojo como su hermana iba de un lado a otro alistándose, empezó a tomar fuerzas para salir de la cama. Luego de unos minutos, la mayor se paró, baño, vistió y peinó, para al final volver a sentarse en su cama, viendo como su hermana menor aun no decidía que usaría ese día. Era algo bastante común en ellas, la menor solía despertar antes pero siempre demoraba más en alistarse.

Una vez ambas listas, pidieron que trajeran el desayuno a su habitación, desayunaron junto a su hermana menor y la albina para compensar el inconveniente en la cena del día anterior. La menor fue por su hermana, mientras la mayor fue a por su novia, esperaban tener un desayuno tranquilo y ya luego enfrentar el castigo del rey, que si bien sabían seria solo para Lilinet, al final siempre afectaba a ambas.

Lilinet llegó a la habitación de su novia, tocando la puerta y viendo como esta era abierta por su albina amada, fue tomada por su muñeca y jalada hasta el interior de la habitación para su ración de besos mañaneros, había extrañado eso en todo el tiempo lejos de su novia, después de casi 15 minutos, ambas se dispusieron a ir a la habitación de la menor para reunirse con las demás princesas y desayunar.

Al llegar y notar que las otras aún no llegaban se acomodaron a esperar a las chicas y el desayuno.

- Por cierto cariño, ¿por qué no tienes peines? .- pregunto casi de la nada la albina.

- Oh.. bueno, siempre se me hizo más fácil crear uno, así si se me enredaba solo lo deshacía y ya.- explicó con simpleza.

- ¿y tu hermana tampoco tiene?.- volvió a preguntar.-

- Si tiene, pero la cosa está en descubrir dónde.- dijo riendo.

- Sabes, nunca imagine que tuvieras tanto cabello.- dijo acariciando el cabello teñido de su novia.

- Si, lo sé, tenemos demasiado a decir verdad.- dijo aguantando la risa.

- ¿Tus hermanas también?.- preguntó una vez más

- Si, mi madre tiene abundante cabello, y nos heredó esa característica a todas.- respondió con una sonrisa.-

Fueron interrumpidas por un gran abrazo hacia la menor por parte de su hermanita, abrazo que fue correspondido de forma rápida y con mucho cariño, si había algo que describiría a la princesa mayor bien sería la palabra "expresiva", la vidente había aprendido rápidamente que la princesa o no le gustaba o no sabía disimular sus emociones, y eso había sido algo que le llamó mucho la atención.

El desayuno empezó de forma amena, con la menor liderando la conversación casi de inmediato, comieron hasta saciarse, y una vez terminada toda la comida las jóvenes siguieron hablando, no fue hasta que la puerta fue tocada, y se le informó a la princesa Lilinet que sus padres la esperaban en la oficina del rey que el desayuno termino. Cada una fue a realizar sus actividades pendientes del día, mientras la mayor de las princesas se dirigía a la oficina de su padre.

𝑪𝑼𝑬𝑵𝑻𝑶 𝑹𝑶𝑻𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora