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CAPÍTULO 24: UN SUEÑO VERDE LIMÓN

Shinesi despertó acostada en un pasillo, al abrir los ojos y acostumbrarse a la luz noto que era los pasillos del palacio en el que vivió, las paredes eran de un verde limón bastante bonito a su parecer, empezó a caminar dirigiéndose a donde debería encontrarse su habitación, al llegar vio a dos chicos dirigirse hacia ella, no reconoció a ninguno pero por su parecido supuso que eran hermanos.

Uno de ellos entró a la habitación cerrando la puerta, el otro muchacho se quedó tras ella, parecía llorar .- Breill...- susurro el chico en la puerta, la tristeza se notaba, Shinesi se acercó al chico, pero al intentar tocar su hombro su mano solo lo traspasó, no entendía lo que pasaba, había viajado a otro plano, ¿Qué era lo que estaba viendo?.

Todo se movió, de manera rápida y sin dirección aparente, el piso se sintió temblar, Shinesi perdió el equilibrio ante el movimiento de todo a su alrededor y cayó al piso, cuando todo se detuvo pudo reconocer el salón principal, todo adornado de verde en distintos tonos, pero combinaba tan bien que llamaba la atención, pronto vio entrar a ambos chicos, vestidos de sus colores característicos, Shinesi rio ante el recuerdo de como ella y su hermana se vestían últimamente.

Los vio entrar y saludar a toda la gente, al terminar de saludar se dirigieron hacia la mesa del banquete, ahí una mujer mayor, que por la corona supuso era la reina, llegó hasta ellos interrumpiendo la pequeña charla que tenían.

- feliz cumpleaños mi bello príncipe!, para ti también hijo.- saludó una mujer mientras abrazaba al chico de verde limón.

Vio como el otro chico salía de ahí hacia uno de los balcones, mientras el otro se quedaba con tristeza junto a su madre.

- madre, ¿Por qué insiste en tratarlo así?.- preguntó el muchacho

- el solo es un muchachito con actitud incontrolable, a pesar de ser el mayor es irracional y no se merece el mismo trato que tú.- respondió con altanería la madre

El joven no quiso decir más, era consciente de que su madre nunca cambiaría su trato hacia su hermano, no entendía porque lo trataba de esa manera, y las respuestas que ella daba no lo convencían realmente. Todo volvió a moverse de forma errática y Shinesi volvió a caer ante todo el movimiento.

El ambiente ahora era lúgubre, todo tenía tonos grises y lo único iluminado era un ataúd en medio del salón, podía observar a la pequeña familia alrededor de este, y al acercarse notó que era quien considero el padre de ambos chicos. Vio al mayor incendiar una taza de té acusando a su madre de intentar matarlo e irse.

El joven que ahora traía un traje negro creo una pequeña bola de agua para asegurarse de que no haya quedado nada del fuego de su hermano.

- Dime que no lo hiciste.- pidió el menor a su madre

- No puedes creer en él Edan.- respondió su madre para irse del lugar.

Todo volvió a cambiar, el movimiento era fuerte y aturdidor, Shinesi empezó a gritar que quería ver más, trataba de controlar lo que pasaba, lo que veía, poco a poco sus ojos se iluminaron de un lila neón, logró pararse y tras susurrar un "para" todo dejó de moverse.

Observó una oficina, nunca había estado ahí, o al menos no podía reconocerla, vio al hermano mayor parado con la vista en la ventana, todo parecía un poco lúgubre, en tonos grises y sin esos tonos de verde que dominaban los primeros escenarios.

De pronto algunos tonos verde limón se colaron y al voltear vio entrar al que ahora sabía era Edan, entró con una sonrisa pero aun se notaba que había estado llorando, saludo a su hermano y este le hizo la señal de que se sentara a su lado.

- tengo una idea, pero no le va a gustar a mamá.- habló Breill

- la acepto.- dijo sin protestar

- ni siquiera sabes de qué trata Ed.- dijo con desgano el mayor

- confió en ti.- dijo sin más

- dividiré el reino, tú te quedarás con la parte más grande y nuestra madre, yo tomaré la parte del mar y me iré.- dijo serio Breill

- ¿dividir el reino?.- preguntó

- si, así ambos seremos reyes y todo estará bien.- finalizó Breill

De pronto todo se empezó a derribar, las paredes se agrietaron y el techo empezaba a caer, Shinesi se asusto y sus ojos dejaron de brillar, el movimiento empezó de forma brusca, y al tratar de controlarlo término pausando todo, escucho un pequeño chillido y reaccionó, dejó de parar todo y decidió salir de todo eso.

Al despertar estaba sentada en su cama, al abrir los ojos lo primero que vio fue a su hermana sentada en el suelo a un lado de ella, noto sangre salir de sus orejas y se asustó, ¿es que acaso ella había causado todo esto?

Lloro, sin saber qué más hacer, y sintió los brazos de su hermana rodearla en un cálido abrazo, intentaba tranquilizarse , tardó casi una hora en hacerlo, pero al lograrlo y ver como su hermana susurraba un "ahora todo está bien" la calma llegó a ella.