Parte 4

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Al día siguiente baje a desayunar al buffet y encontré a Hana (con una resaca monumental) y a SeoJin, esta última llevaba un hermoso vestido blanco floreado, sus mangas llegaban a los codos y su largo a la rodilla, tenía un ligero escote que solo dejaba a la vista su maravillosa clavicula, su pelo iba suelto y no estaba para nada maquillada, se veía exquisita.

-¿Que tanto vez?-, dijo SeokJin a mi lado y me dio el susto de la vida.

-Maldición SeokJin, has ruido al llegar-, dije con mi mano en el pecho.

-Vamos a sentarnos con ellas-, dijo alcanzando a verlas y antes de responder ya este había emprendido camino. No era que iba a negarme a desayunar con SeoJin, pero básicamente me tomó fuera de base.

-Buenos días-, dijo SeokJin y besó la mejilla de su hermana, sentándose justo a su lado, quedando así frente a Hana.

-Buenos días-, dijo SeoJin y saludé con un asentimiento, comprobado, me convierto en un bobo cuando está cerca.

En instantes la mesa se llenó de plática, más por ambos hermanos Kim que por mi o Hana, mayormente asentía u opinaba si lo creía necesario.

Era obvio lo molesta que estaba Hana porque esta no hizo más que mirar su plato y comer, ni siquiera opinaba en la conversación y era entendible, solo SeokJin no era consciente de lo enamorada que estaba de él.

Estos han tenido sexo casual desde que ella fue trasladada con nosotros a vuelos nacionales, antes pertenecía a los internacionales pero por alguna razón que desconocemos fue trasladada, y recuerdo cuando llegó, lo entusiasmada que estaba y el brillo que tenía en sus ojos, ya no lo poseía.

-Buen provecho-, dijo está sin más y se levantó de la mesa para dirigirse supongo a su habitación.

-Tiene resaca-, excuso SeoJin

-Ahh-, dijo Seokjin y la siguió con la mirada.

Continuamos comiendo y aveces dirigía mi mirada a SeoJin la cual reía con alguna estupidez soltada por su hermano.

Al cabo de un rato su hermana se retiró y pude respirar tranquilo, no era que me molestara su presencia, al contrario, me gustaba tanto que no podía parar de verla, cosa que notaría su hermano.

....

El vuelo fue tranquilo, hubo un poco de turbulencias pero nada fuera de lo normal, el aperitivo lo llevó SeoJin y no Hana como era costumbre, SeokJin se encontraba inquieto y supongo saber el porque.

-¿Cuando te comportaras como un hombre y le dirás tus sentimientos?-, dije hacia él.

-No te entiendo

-Hana, ¿Esperarás a que conozca a alguien más?

-No digas estupideces, lo nuestro solo es sexo casual.

-Ella gusta de ti y por lo que veo tú de ella, mi pregunta es ¿que te impide estar con ella? , no es igual a Ji Eun.

-Iré al baño-, dijo tajante, se puso de pie y se perdió por la puerta. Aveces tenía pena de mi amigo, su novia de 4 años le fue infiel el día de su compromiso, en la misma fiesta, aunque eso no justifica que se halla cerrado tanto al amor.

Yo por mi parte no he tenido desilusiones amorosas, toda mi vida la dedique a disfrutar de ella y ahora me siento listo de pasar a una vida más tranquila, con SeoJin a mi lado.

Llegamos al aeropuerto a las 11:25 de la noche, así que estábamos más que cansados, nos quedaríamos en unas de las habitaciones del aeropuerto porque mañana partiríamos al amanecer, lo malo de esto es que debíamos compartir, SeoJin, Hana y otra azafata que no recuerdeo bien su nombre en una y Seokjin y yo en otra.

Me adentré al baño para tomé una larga y cálida ducha, hacía meses no estaba con nadie, desde que descubrí lo mucho que me gustaba SeoJin es como si mi cuerpo no respondiera ante la belleza de alguien más, es como si solo ella me parece atractiva.

Es como si sus labios fueran los únicos que deseo que me besen, y sus manos las únicas con el permiso de tocarme.

-Necesito un favor-, vociferó Seokjin a través de la puerta.

-Habla-, dije sacando mi cabeza del agua para escucharlo.

-La traeré para hablar, pero debes irte, al menos hasta que te llame.

-Bien, saldré en unos minutos.

-Gracias, te debo una-, dijo y no me vendría mal acumularle unas cuantas, así acumularía puntos con el.

Salí de la ducha y me cambié en tiempo récord, y decidí subir a la azotea, quizás podría distraerme un rato viendo algunos aviones despegar o aterrizar.

Cuando ya me encontraba en el lugar me senté en el suelo y recargue mi espalda en la pared, era tranquilo y brindaba paz a pesar del ruido de los aviones.

Mi mente me llevo a SeoJin, a lo hermosa y perfecta que es, a lo bien que huele, coco.

Hasta creo poder olerla justo ahora.




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