Parte 7

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Luego de dejar el ascensor me dirigí a recepción para pedir que llevaran la cena al cuarto dentro de una hora, pedí lo que supuse a ella le gustaría, y lo hice todo con prisa.

Había enloquecido, pero no se me debería culpar, no con lo bien que se veía, no con lo cálido de sus besos.

En él momento en que la vi enfrascada en ese ajustado y revelador vestido supe que no lograría llegar al restaurante, mis manos sudaban y mi voz no quería abandonar mi garganta.

Cuando nos vimos dentro del ascensor, su cuerpo tan pegado al mío no pude evitar posar mi mano en su cintura, necesitaba contacto con ella aún sea solo ese.

La besé por un arranque y cuando esta correspondió con la misma intensidad comprendí que era momento de dejar de cohibirme, debía dejar todos mis pensamientos de lado y acercarme aún más a ella.

No se si fue por el calor de su cuerpo ser alejado del mío, pero cuando me vi en recepción me arrepentí.

¿Y si no está lista aún?¿Si siente que la presiono al llevarla a mi cuarto? Siento que quizás la presioné de alguna manera.

Mientras me regresaba la aprecié a lo lejos, rebuscaba en su bolso y luego se detuvo abruptamente con algo en sus manos.
¿Acaso era un condon?, no pude mirarlo bien ya que está lo guardo nuevamente con nerviosismo, creo que si era, reí ante eso, se veía tan tierna y linda cuando se sonrojaba.

-¿Te molestaría cenar en mi cuarto?- dije luego de entrar completamente, negó, luego presione el botón para cerrar las puertas y marque mi piso. -No te sientas presionada a ir, no me molestaré si no quieres, créeme- decía tratando de no forzarla, se veía tan frágil que tenía miedo de aprovecharme de ella.

-Quiero ir- dijo

-¿Estas segura?, no quiero inducirte a algo que no desees- dije mirando su rostro esperando notar al menos algo de duda en ella.

-Lo deseo- dijo y esas dos palabras enviaron una corriente a mi cuerpo haciendo que mi entrepierna reaccionara nuevamente.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron me quede helado por un momento, luego uní mi mano con la suya y nos dirigí al cuarto.

Sabía que no podría esperar mucho, el dolor que sentía en mi entrepierna me lo indicaba, pero quería tomarme las cosas con calma con ella, quería que lo disfrutara al máximo, no quería ser brusco con ella.

Cuando la puerta de mi cuarto fue cerrada, giré mi rostro encontrándome con el suyo expectante frente a mi.

Lance mi saco al suelo y la sujete de sus manos para acercarla a mi, luego ataqué sus labios nuevamente, coloqué esta vez mis manos en su rostro y continué con mis besos.

-¿Podrías apagar las luces?- dijo cuando separé mis labios de los suyos, entonces mire su rostro, quería que ella estuviera totalmente cómoda con ella misma, pero sabía que eso no lo lograría de la noche a la mañana, no quería que se tensara así que las apague como me pidió y regrese con ella a oscuras.

Esta se encontraba frente a la cama, tomé el cierre de su vestido entre mis manos y lo deslicé para sacarlo de su cuerpo, esta besó mis labios y me ayudó a despojarme de mi ropa.

Estaba nerviosa, lo notaba, pero también notaba lo exitada que estaba, lo mucho que quería esto.

La ayude a acomodarse en la cama y me cerní sobre ella, esta luego de ser despojada de su vestido solo quedó con unas pequeñas bragas puestas, yo por mi parte solo tenía mis bóxer.

Me recosté con ella aún besándola, baje a su cuello y esta se removía bajo mi cuerpo, pase mis labios por su clavícula y dejé un camino de besos hasta llegar a senos, pase mi lengua por estos y mordí ligeramente sus pezones, está gimió en alto cuando sintió el tacto.

Me deslicé sobre ella sobre ella un poco más y cuando mis labios tocaron su abdomen bajo se tensó.

-Eso no lo hagas- dijo con la respiración entrecortada.

-¿porque?

-No me gusta- dijo.

-Está vez te gustará- dije para luego deslizar su ropa interior, besé la cicatriz en su abdomen bajo y sus muslos internos y esta gemía y se revolvía sobre la cama.

Cuando posé mi boca en su centro y deslicé mi lengua por su hendidura esta atrapó mi cabello en sus manos con fuerza para luego gemir alto y claro.

Continué con los movimientos suaves y lentos logrando que esta se revuelva cada vez más.

Su cuerpo se liberó emitiendo espasmos de placer cuando introduje uno de mis dedos en su interior y en ese momento desee ver lo bien que debe verse sonrojada y excitada por mi.

-Eres hermosa mi amor- dije antes de atacar sus labios, -Me prestarías eso que tenías en tu bolso- dije y esta llevó sus manos a su rostro, las besé, todo de ella quería besarlo, me puse de pie y alcance uno de mis condones y cuando me vi con el puesto regrese con ella.

Sin duda ambos recordaremos esta noche.


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