Parte 6

226 40 14
                                    



Cuando mis belfos se alejaron de los ajenos él vacío que los cubrió me tentó a abalanzarme sobre ella nuevamente, pero me obligué a mi mismo a  no hacerlo, me obligué a ver alguna reacción en su rostro que me dijera que lo que acababa de hacer no era debido, que aún era muy pronto, pero esta se puso de puntillas, roso sus labios con los míos nuevamente, mordisqueó mi labio inferior y sonrió como niña  pequeña que acaba de hacer una travesura, para luego adentrarse a su cuarto sin decir más, roja hasta las orejas.

Suspiré.

Que bien se sentía ese cálido aliento en mi pecho cuando nos separamos, esos regordetes labios siendo aprisionados por los míos y ese rico perfume que me hace olvidar cualquier otro.

Que bien se sentía esa mirada cálida sobre mí, y cuando sus delgadas manos dejaron de aprisionar mi camisa y decidió sostenerse de mi cintura.

Me sentía tan feliz y extasiado que cualquiera que me viera no creería que solo nos besamos, que lo único mío que estuvo dentro de ella fue mi lengua, y que aún así, con solo eso, no necesité nada más que tenerla frente a mi.

Emprendí camino a mi cuarto con la sonrisa más boba y grande que he tenido jamás, quite mis ropas mojadas por la terrible lluvia que se encontraba fuera y me adentré a la cálida ducha.

Las gotas de lluvia artificial caían sobre mi cuerpo desnudo, mire mis manos, esas que habían tocado su rostro y cuello durante el beso, esas que no moví de su lugar no porque no lo deseara, sino porque no necesitaba sentir su cuerpo para disfrutar aquel beso.

Perece increíble que se halla calado entre mis huesos tan rápido y con solo mostrarme un poco de calidez, con solo ser cortes con el amigo de su hermano.

¿Que pasaría si le pido una cita?

Una que en verdad sea llamada así por ambos y no solo por mí.

Una que séllenos con un beso como lo hicimos ahora.

Una que nos lleve a otra, y finalmente me permita llamarla mi novia.

Salí de la ducha y me preparé, ya que tendríamos que partir al aeropuerto, la lluvia no había cesado, y sabía que se retrasaría el vuelo, pero aún así debíamos estar a la hora en el lugar, también ansiaba verla, deseaba ver cómo se comportaba conmigo ahora sabiendo que me gusta.

Toque mis labios instintivamente cuando me adentré en el ascensor y esta se encontraba dentro con Hana a su lado, esta última saludo en mi dirección y a SeoJin le pareció más interesante el techo del ascensor, tierna.

Luego de esperar por SeokJin emprendimos viaje al aeropuerto, hablábamos entre todos, pero ella seguía sin mirarme.

-¿Tienes fiebre?- dijo Hana tocando su frente, -No estas caliente, pero tu rostro...-  detuvo su hablar y miró en mi dirección -Ahhh, ya veo, la lluvia siempre ha sido una excelente aliada ¿a que si Namjoon?-, dijo sonriendo con picardía, en ese momento creí que el hermoso rostro de SeoKin explotaría y el mío igual.

Agradecí que el auto se detuviera, porque la mirada  que me dio Seokjin indicaba lo poco contento que estaba con el sonrojo de su hermana.

Nos adentramos, SeoJin llevándose a Hana a rastras con ella  y dejándome solo con la fiera de su hermano.

-¿Te acostaste con ella Namjoon?

-¿Que?-, la extrañeza se notaba en mi voz.

-¿Te acostaste con mi hermana?- repitió con un tono aún más elevado.

-No, nosotros no...- intenté explicarme siendo rápidamente cortado.

-Entonces porque de tan descolocado comentario por parte de Hana y su rostro apenado.

-Puede que le halla dicho que me gusta-, dije con una tenue risa.

-¿Solo eso?

-Y puede que la besara- dije para luego tragar saliva con dificultad, ¿que acaso no me había aprobado ya?¿porque tantas preguntas?

-¿Entonces, le dijiste que te gusta y la besaste, y solo con eso se sonrojaron ambos al verse?- asentí, -Estas perdido hermano, pareces adolescente inexperto, agradece que es mi hermana y no jugará contigo porque te veo enamorado hermano, y no en el buen sentido, sino en el sentido de que serás la marioneta de cualquiera, pobre de ti-, dijo esto último divertido para luego echarse a reír.

-Ahora te burlas, pensé que me echarías bronca.

-Eso era porque pensaba que te habías aprovechado de ella, pero por lo que veo te tiene comiendo de la palma de su mano, pasaste la prueba cuñado, mueve tu trasero al avión-, dijo y siguió caminado siendo seguido por mi.

Pasó 2: Me gustas ✅

Alguien MejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora