Parte 4

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La cena fue maravillosa, platicamos de varios temas, sus gustos, los míos, algunas de las travesuras de SeoMin; cuando fue hora de partir nos subimos al coche y el pequeño cayó rendido casi al instante en su silla.

Nuestras manos seguían entrelazadas mientras conducía, aveces está la retiraba para cercar un poco el sudor y luego la colocaba nueva vez.

Tomé al pequeño en brazos y los acompañe arriba eran las de las 11 pm y al día siguiente tendríamos vuelo a las 10:00 am, lo coloqué en su cuna, siendo acompañado por su madre, esta quitó sus zapatos, besó su frente y salimos del cuarto.

-¿Te gustaría tomar un café?- dijo cuando cerró la puerta del cuarto.

-Descuida debes estar cansada, además mañana tenemos trabajo, debería marcharme-, dije y asintió acompañándome a la puerta.

-Gracias por todo, me divertí mucho.

-También yo, me alegra que hayas disfrutado, espero me aceptes otra salida.-, asintió mirando sus pies, ambos nos encontrábamos frente a la puerta ya abierta uno frente al otro.

¿Sería muy atrevido si la beso?

No, no debería hacerlo.

Aunque por otro lado, ya lo hemos hecho y no veo nada de malo en hacerlo nuevamente, si ella lo desea claro, no, mejor no.

-Nos vemos mañana- dije y me incliné a besar su mejilla.

Me acerqué mi rostro al suyo para besar su mejilla y sentí el primitivo impulso de besar sus labios hasta cansarme, era mejor marcharme.

Cuando me disponía a separarme esta tomó la manga de mi camisa y halo un poco de ella para llamar mi atención, -¿Te puedo besar?- preguntó tímidamente y en ese momento no sabía si moriría de ternura o de emoción por su pregunta.

Asentí y nos acercamos hasta unir nuestros labios en un beso, sus manos subieron a mi cuello y lo tomaron acercándome más a ella.

El beso era lento y sin prisa pero necesitado, tomé su cintura y la envolví en mis brazos para sentirla más cerca de mi, generando una puntada directamente a mi entrepierna, cuando nos separamos besé nuevamente su mejilla y luego dejé un corto beso en su cuello y volví a dejar un beso fugaz en sus labios para luego marcharme.

Mi entrepierna había reaccionado casi instantáneamente y preferí irme a casa.

Sin duda fue una maravillosa noche.

La sonrisa en mi rostro se mantuvo hasta que caí rendido sobre mi cama.

...

Los días siguientes a ese fueron bastante agradables, cuando debíamos dormir en hoteles por los viajes solíamos salir a pasear, comíamos y tuvimos algunas citas incluso, también nos besamos en varias ocasiones, siendo cada beso único e inolvidable.

En algunas de esas salidas lo hacíamos acompañados de Hana y SeokJin y a pesar de que no se reconciliaron por así decirlo ya no existe esa tensión en el aire como en semanas anteriores.

Hoy por ejemplo antes de unirme les en el desayuno Hana y SeoJin hablaban sobre salir de fiesta en la noche, más bien la primera convenció a la segunda de aceptar.

-Digamos que acepto, ¿Quien cuidará de SeoMin?, no molestare a Naeul en sus días libres cuando no le corresponde.

-Que se quede SeokJin con el, para algo debe servir-, dijo Hana y como si lo hubiese invocado, este se acercó a la mesa.

-¿Que yo que?- dijo tomando asiento.

-Cuidarás de SeoMin mientras salimos de fiesta, está decidido SeoJin, así que en cuanto lleguemos a Seúl vamos a ponernos guapas y a bailar.- dictaminó, -Voy por mi maleta nos vemos en el lobby.- dijo y salió corriendo.

-¿Te iras de fiesta con esa loca?- esta vez se dirigió a su hermana.

-No veo porque no, no acostumbro a salir y me gustaría despejarme.

-Pero puedes despejarte en un spa, o de compras, ¿porque debes salir de noche?, algo podría pasarte, ¿verdad Nam?,- dijo y esta vez se dirigió a mi, yo me mantenía al margen de la conversación porque no le veía nada de malo a qué quisiera salir, al contrario lo veo de provecho para ella.

-No veo nada de malo.- agregué

-A este no lo escuches, lo tienes manipulado- dijo mirándome de mala gana, cosa que me divirtió. -Más te vale tener el número de emergencia en marcado rápido, no mejor coloca mi número, yo llegaré antes y romperé el rostro de cualquiera que se atreva a molestarte.- amenazo.

-¿Si sabes que no soy menor de edad, verdad?- dijo con fastidio.

-No me mires así o no saldrás- dijo y SeoJin se levantó de la mesa para ir por su equipaje.

-Traidor, si te acepte como su pretendiente es para que estes de mi lado no en mi contra- dijo de mala gana.

-No seas tan sobre protector, y dale un respiro- dije moviendo enérgicamente sus hombros para molestarlo.

Luego de eso comenzó a comer y luego subimos para cambiarnos y bajar nuestro equipaje.

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