Parte 5

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Nota: este capítulo y el Prov SeokJin 2/2 se desarrollan en el mismo lapso de tiempo, solo que con escenarios y personajes diferentes.

Cuando SeokJin recibió esa llamada la incertidumbre tomó posesión de mi cuerpo y no la abandonó más.

Recosté a SeoMin en mi cama y coloqué algunas almohadas al rededor, para luego salir a la sala, me preparé un café esperando con eso calmarme un poco, no sabiendo que hizo el efecto contrario en mi.

Estaba ansioso, nervioso y asustado, porque claramente algo había pasado con ella.

Cuando el timbre del departamento arruinó el silencio salí corriendo hacia la puerta.

Y cuando vi su cuerpo frente a esta cuando la abrí me abalancé sobre ella envolviéndola en un abrazo.

-Estás bien, estás bien, ¿que te paso?- dije aún con mi cuerpo pegado al suyo.

-No me pasó nada, tranquilo- dijo y sentí su risa sobre mi pecho. -¿Estabas muy preocupado?- asentí, -Lo siento.

-¿Que les pasó?- pregunté mientras la tomaba de su mano para adentrarnos al departamento ya que aún estábamos en la puerta.

-Alguien nos robó en un descuido,-dijo sin importancia-¿podemos dormir aquí?, se podría decir que Jin está un poco ocupado, y no quiero ir tan tarde para casa.

-Claro que pueden, dormirán en mi cuarto el otro está lleno de pesas- dije-¿Quieres que valla por tus cosas al departamento?- dije y negó.

-Está con Hana, de hecho se molestó por una atención recibida por ella, creo que no quieren ser interrumpidos- dijo mirando al piso.

-Espero que se reconcilien, te buscare ropa para que te des una ducha caliente, debes estar exhausta.- dije y me dirigí a mi cuarto.

Traje conmigo una toalla limpia, una camiseta y unos pantalones cortos, espero en verdad que no le queden muy grandes.

Se lo entregue y esta se adentró al baño luego de pasar a ver a SeoMin.

Recordé que quedó pasta de la que compramos para SeoMin y supongo que debe tener hambre, así que la puse en el microondas para que estuviera lista al momento que esta saliera del baño.

Luego de unos minutos esta salió con el pelo mojado y la camiseta sobre su cuerpo.

-Los pantalones se me caían- dijo en modo de excusa cuando noto que la recorrí con la mirada.

-La camisera alcanza casi tus rodillas, lo siento no tener algo de tu talla- me disculpé.

-Con esto basta, no hay problema.

-¿Tienes hambre?, calenté un poco de pasta, esta muy rica a SeoMin le encantó- dije y asintió tomando asiento en el comedor.

-Esta muy rico- dijo cuando probó bocado.

-Me alegra.

Esta continuó comiendo y recordé que tenía una botella de vino la cual quedaría perfecta con esa pasta.

-Te traeré vino para acompañarlo- dije y tomé dos copas y la botella para servirnos.

-¿SeoMin les dio mucha lata?, no quería molestarte haciéndote cuidarlo- dijo apenada.

-No me molestó, fue noche de chicos- dije entre risas para luego tomar un poco de mi copa.

Esta comenzó a contarme sobre lo sucedido en el bar y luego comenzamos a hablar de trivialidades y a bromear, con lo ultimo que quedaba en nuestras copas, ya nos habíamos movido al sofá y pasábamos una rato muy ameno.

-Que si, fue a salvarme según él y acabó aún más extraviado que yo- dijo esta divertida mientras me contaba de una vez en su adolescencia que fueron a una excursión familiar y se  perdió por algunos minutos y su hermano salió a buscarla acabando perdido por más tiempo.

Ambos reíamos con fuerza, habíamos olvidado que teníamos que dormir y solo nos dedicábamos a reír.

Cuando intentó tomar de su copa algunas gotas cayeron sobre su barbilla, y mientras colocaba la copa en su lugar instintivamente acerqué mi mano para limpiarla y el roce di mis dedos con su piel me generó una agradable y electrizante sensación.

Sin pensarlo ataque sus labios, esos labios gruesos y deliciosos que tanto me gustan, esta se acomodo sobre mi regazo sentándose a horcadas sobre mi y aceptando el beso de manera gustosa.

Lo cálido de su cuerpo mientras me besa y las copas que tengo en mi cuerpo con el plus de lo mucho que la deseo me haría perder la cordura.

Disfrutaba cada roce de su cuerpo con el mío, cada suspiro entre beso y cada movimiento de sus labios y lengua.

Pero debía pararlo, no quería aprovecharme de ella estando ambos alcalizados.

Separé mi boca de la suya y cuando intento besarme nuevamente la abracé colocando mi rostro en su cuello, pensaba en cualquier otra cosa para despejarme, y pedía que no notara la enorme ereccion que tenía bajo su cuerpo.

-Deberíamos dormir- dije luego de algunos minutos. Esta asintió y se puso de pie acomodando la camiseta, la cual se encontraba desordenada dejando a la vista sus bragas.

¡Piensa en coalas, en coalas bebés, Namjoon!

-Traeré las cosas para dormir aquí- dije poniéndome de pie.

-Podemos dormir juntos los tres, tu cama es bastante grande además de que el sofá no es ni la mitad de tu tamaño.- dijo con precaución.

Asentí ante su propuesta y nos adentramos al cuarto, nos acomodamos a cada lado del pequeño y luego de algunos minutos mi cuerpo dejó en evidencia lo agotado que estaba sumiéndome en un profundo sueño.



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