Parte 2

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Mis manos se deslizaban por su trasero mientras que mi boca exploraba todo de ella, levanté su cuerpo con facilidad para adentrarla al lado de la bañera en el que me encontraba.

-Quítate todo- dije soltando su boca para dedicarme a mirarla mientras lo hace.

Se despojó de su sujetador dejando libre esa parte que me encantaba, intentó inclinarse -Date la vuelta- pedí. Así lo hizo para luego inclinarse y despojarse de la parte interior de su ropa íntima.

Acerqué una de mis manos a su cadera y la mantuve ahí mientras la veía, comencé a besar su cuello desde atrás cuando se puso de pie y esta movía su pelo o cabeza para facilitarme el acceso.

-¿Aún estás cansada?- negó -Daté la vuelta y coloca el pie sobre el filo de la bañera- pedí y está realizó la acción de inmediato.

Me arrodillé frente a ella y acerqué mi rostro a su intimidad. La besé y esta no se cohibió cuando me tomó del cabello o cuando gimió, abría aún más las piernas y luego de algunos minutos cuando estas comenzaron a temblar indicando la pronta liberación, de alejó.

-Ven- pidió y cuando me puse de pie se subió sobre mi ahorcadas, alineó mi ya duro pene en su entrada y cerró lo ojos por satisfacción cuando ella misma se deslizó hacia abajo.

-No tengo.. no- sus movimientos eran bastante bruscos.

-Solo no termines- ¿como si eso fuera posible al ternerla sobre mí saltando y restregando sus tetas en mi torso?

La tomé con fuerza del trasero haciendo que sus gemidos incrementaran, baje mi boca a sus senos y comencé a delinear su pezon. Esta hizo su cabeza hacia atrás y apretó aún más sus piernas en mi cadera cuando al fin se liberó.

Sus manos seguían en mi cuello, y luego se refugió en mi cuello para recuperar las energías. Comencé a besar detenidamente su cuello.

Tocaron la puerta.

-Que lo dejen en la puerta- decía mientras besaba aún su cuello, negó.

-Regresaré en un momento.

Se bajo de mi con mi ayuda, tomó una bata que se encontraba a nuestro lado y camino hacia fuera del baño con piernas temblorosas.

-Ven aquí cariño.- escuché luego de unos minutos.

Envolví mi cuerpo en una toalla y salí del baño, esta estaba sentada sobre la cama, su bata bien colocada, su pelo recogido y el desayuno a un lado de la habitación.

-No te muevas- dijo cuando estuve por acercarme. Colocó un par de almohadas en el suelo una sobre la otra justo frente a mi y me miró mientras se arrodillaba.

Deshizo el nudo de su bata y la deslizó por sus brazos, dejando estos y sus pechos al aire. Sonrió, dejó la bata repostar en sus caderas y abrió sus piernas, más la tela que cubría su parte inferior no me remitió ver más.

Tomó mi pene en sus manos y pasó su lengua por este repetidas veces, cerré los ojos por puro placer por la manera en que engullía este.

-Ábrelos cariño, quiero que veas esto.

Abrí mis ojos y vi cómo llevó mi pene erecto entre sus tetas, colocó sus brazos en x y me miró desde abajó mientras bajaba su cara para rozar mi polla con su lengua.

Mi pene se sacudió inmediatamente, comenzó a moverse de arriba a abajo lentamente mientras engullía la punta de mi pene cuando llegaba tan arriba que estos le permitían salir.

Sus piernas se flexionaban saltando y realizando el movimiento de su cuerpo de arriba a abajo mientras que sus brazos y pechos me mantenían preso, sus labios me robaban y sus ojos me miraban con deseo.

Comencé a moverme con ella y la imagen no me ayudaba, lo sujetó con solo una de sus manos y llevó a otra a intimidad para tocarse.

Cuando inmiscuyó esta por dentro de la toalla comenzó a frotarse mientras se movía para crear fricción con sus senos, el gemido que salió de su boca me hizo explotar sobre ella, embarrando su mandíbula y senos con mi esencia.

Mis piernas flaquearon y mis manos estaban temblorosas, había tenido el mejor puto orgasmo de mi vida.

-¿Estas bien?- preguntó con inocencia mientras metía uno de sus dedos a su boca probándome. ¿Que si estaba bien?, acabo de marearme por un orgasmo.

¡Claro que lo estoy!

Asentí tirándome en la cama, exhausto como si hubiese corrido un maratón.


...Beban agüita...

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