Mi Novio Un Mafioso +18 (kookmin AU)

†18†

Se dice qué hasta el mismo lucifer tiene una debilidad.

Jennie abrió sus ojos ahogando un gemido de dolor. La morena sollozó en silenció apretando sus dedos amarrados con fuerza, dónde la sangre escurría de ellos.

Apenas pudo acostumbrar su vista débil en la oscuridad suave que la rodeaba, un cuarto sucio, con ratas caminando en el piso húmedo de una fuga de agua. Jeon respiró agitada al ver en qué instancias se encontraba.

Ella era en ese momento la presa en el matadero; vaya ironía estar sentada en una silla dónde su familia había matado de la misma manera.

—¡P-por favor sáquenme!—la exclamación de Lisa le hizo girar su rostro encontrando a la rubia vendada de los ojos amarrada de la misma manera. Jennie abrió sus ojos con terror al ver la bomba que la rubia tenía puesta en su cuerpo como un chaleco, además la sangre de algunos golpes.

—¡Oh maldita hija de puta!—gritó con su furia latente. Forcejeó moviéndose en la silla, pero era inútil. Lisa movió su cabeza buscando el grito femenino que había escuchado.

—¡Jennie!—exclamó la rubia llorando como una niña—¡¿Eres tú?!.

La morena apretó sus párpados, moviendo sus manos. Mordía sus labios por el dolor intentando zafarse.

—¡ahngr!—gruñó moviendo su cabello que tapó su rostro cansado.—¡Lisa, que mierda haces aquí!.

La rubia tosió entre sus lágrimas intentando tomar aire. Jennie bufó sus cabellos girando su rostro percatándose de otro sujetó amordazado con un saco en la cabeza.

En ese instante sintió su corazón detenerse.

—¿¡J-jimin!?—dijo lamiendo sus labios de la frustración. Lisa elevó su rostro buscando una luz que le era negada.

—¿¡Donde!? ¿¡JIMIN!?—Gritó la rubia moviendose en la silla—¡Maldición!—Gritó ahogando gemidos de dolor. Las sogas hacían fuerza en sus muñecas.

—¡Joder, Joder, joder!—decía Jennie moviéndose más brusca.—¡¡POR QUE NO VIENES POR MI MALDITA BRUJA, MUÉSTRATE VIVORA!!—gritó a todo pulmón removiendo se.—¡AHHHH….Juro que te cortaré en pedazos!—pataleó con fuerza.

Jessi miraba por el ventanal blindado con una gran sonrisa. Estaba fascinada de tener a un Jeon en sus manos.

—¡Ahg!—las dos mayores elevaron sus rostro hacia el tercer cautivo. Jimin abrió sus ojos, encontrando la tela áspera y picosa del saco impidiendo su vista.

—¡Jimin!—gritaron ambas mujeres aliviadas de escuchar la voz gruesa y adolorida del menor.

—¡¿Dónde estoy!?—pronunció el menor elevando su cabeza. Apenas y podía ver por la tela del costal.

La puerta fue abierta, Jennie sé sobre saltó tirando patadas a la morena quien reía ante los gritos e insultos que la menor hacía. 

—¡Ven aquí maldita perra!—Jessi se acercó aplastando la partes lastimadas de la menor sacándole un grito de dolor. La mayor sonrió con autosuficienciate al escuchar los gritos de dolor de su presa.

Jimin temblaba ante los gritos y llantos de lisa; su mente volaba en segundos, su respiración se había echo más rápida, su frente sudaba, y su corazón latía a mil por hora. Jessi ordenó a sus hombres a quitar el costal en su cabeza. Apenas sus ojos azules pudieron ver la claridad cuando  temblaron del terror.

Jennie movía su cabeza sin fuerzas, estaba herida, tenía quemaduras, sangre.

Había sangre. Lisa, ella estaba igual, los tres estaban como reses al matadero.