Mi Novio Un Mafioso +18 (kookmin AU)

†28†

Jimin apenas había entrado al cuarto, su cuerpo se había paralizado al no encontrar al varón en la camilla. Salió corriendo hacía recepción del pasillo pidiendo respuestas de el repentino desaparecido de su novio.

—¡ahí está!—indicó la enfermera, donde Jeon miraba él jardín del hospital sentado en una silla de ruedas.

Jimin le hizo una reverencia caminando hasta él mayor. Se detuvo saltando enfrente del varón con una gran sonrisa. JK le miró con un débil sonrisa.

—¿Qué haces acá? te había dejado en la camilla y ahora te sales—refutó.

—Quería sentir el aire fresco de la mañana.—responde el mayor con suavidad. Jimin asiente tomando asiento en él pasto mientras miraba alrededor.

—es muy lindo…¿Papá te dijo que podíamos salir un rato?—preguntó. La mirada que él mayor le dio lo confundió. JK suspiró elevando su mirada ignorando la pregunta del menor—¿Ocurre algo?—Jimin comenzaba a preocuparse.

JK le miró tan profundo, tan frío como los primeros días que le conoció, sin vida, sin humanidad.

—no podré caminar—dijo sin rodeos. Su mirada no se apartó de la expresión pálida qué el menor puso.

Jimin apartó su mirada con sus ojitos abiertos.  Su mente parecía computadora en ese instante, pensando tantas cosas ¿No podría caminar?

—si quieres terminar…por favor vete—dijo tosco. Jimin se elevó con su mirada fría.

—¡ERES UN IDIOTA!—gritó exaltando al mayor quien elevó su mirada, anonadado. Jimin apretaba sus manitas y sus labios con sus mejillas llenas de lágrimas.—¿¡A caso sabes lo que tuve que pasar para tenerte de nuevo a mi lado!?—Jk agachó la cabeza.

Si era un idiota.

—¡¿Si quiera te has dado cuenta, cuánto te amo para venir a decirme esa mierda!?—dijo sin haberse dado cuenta de su maldición—!te espere casi siete meses JK, y esperaría más si fuese necesario!—se agachó tomando las manos del mayor—no puedes caminar? ¿Y eso que? Yo te amo, y no me importa si te quitan un brazo, una pierna, no me importa…yo te amo, y estaré contigo siempre….no digas tonterías—sollozó escondiendo su rostro en el regazo del varón.

JK elevó su mano temblorosa acariciando los cabellos castaños del menor.

—lo se…—musitó con una débil sonrisa.

Estuvieron en el silencio apreciando las plantas con el ruido suave de la cuidad, una mañana donde el menor le  empujaba la silla mostrando todo el lugar. Juntos platicaban, y aún qué Jk había dicho esas palabras tan fácil, Jimin sabía que no retrocedería, el estaría ahí sea cual sea el resultado.

)...............)

Una semana y Wook le había dado el alta internándolo en una clínica de discapacitados. Jimin llegaban cansado a casa, estresado por las tareas, exámenes y el estudio exigente. JK hacía terapias alternativas mientras el blondo no estaba.

No había progreso y eso le frustraba. No quería parecer un maldito con las enfermeras qué amablemente le dan todo su apoyo; pero simplemente no podía aceptar estar en una silla para siempre.

—¡Inténtalo!—Jimin estaba al final de una barra caminadora, con el varón al principio. JK sudaba y jadeaba al intentar pararse.

Su terapista le había dicho que tenía que hacer el esfuerzo él mismo, que su cuerpo tenía que despertar al igual que su cerebro. Jimin mordía sus labios de la ansiedad.

—¡No puedo, no puedo!—negaba sosteniéndose de la barra sin poder elevar su cadera. Jimin mantenía su rostro angustiado, sin poder darse él lujo de llorar ante la desesperación.