Capitulo 4

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Fiesta, Sangre y besos.

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Muchos días después de aquella reunión Aoi estuvo cerrando algunos tratos con la gente Italiana, esta noche debía ir a una tienda a ver el vestido que llevaría en esa fiesta. Ella no lo pensó ni un segundo más y decidió ir a una tienda en particular.

Ese era la tienda de Mitsuya.

Al llegar al estacionamiento vió a Rindō salir con una chica y un bolso de la tienda, le sorprendió que este tuviera una novia, pero después de todo ya había pasado años y tenían que pasar la página. Amy se puso frente a ella y le sonrió con tristeza, ella lo vió y en su pecho una molestia le causó, ambas bajaron del coche y caminaron hacia la tienda seguidas por los guardaespaldas.

Al llegar uno de ellos abrió para que ellas pasarán, Mitsuya luego de que atendiera a la chica que había salido con uno de los hermanos volteo a ver quién había ingresado y casi se le cae la cara al verla, ella estaba ahí muy cambiada además de que estaba con hombres que demostraban ser peligrosos.

─ Aoi ─.

─ Buenos días ─saluda ella.

─ ¿Cómo estás? No ibas a casa yo...─ella lo interrumpe.

─ Estoy bien, Takashi vengo en busca de vestido para esta noche ─responde.

─ Claro ven, saque estos hace una semana te van a gustar ─dijo mientras le mostraba los hermosos diseños.

Aoi vio uno peculiar que hizo recordarla a ella.

─ Me llevaré ese ─señaló el vestido negro abierto en la pierna izquierda.

─ Muy bien ─el le dió el vestido a una de sus ayudantes y la envolvieron para ponerla en la caja.

─ Amy pagalo ─le dió su tarjeta y está fue a la caja.

─ Hakkai y Yuzuha no te olvidan, preguntan por ti ─habló el.

─ Yo hace mucho que los había olvidado ─dice con seriedad.

─ Deberías ir a verlos, aunque no quieras son tu familia ─contesta.

─ Es hora de pasar las páginas, y es mejor empezar con mi familia ─dice.

─ Señorita Hattori aquí tiene ─le dijo una de las empleadas.

─ Gracias ─dijo.

─ ¿Hattori? ─preguntó.

─ Fue un gusto verte otra vez, ya debo irme ─ dicho esto comenzó a alejarse.

Al salir de allí subió a su coche y manejo nuevamente hasta su mansión, por su parte un chico policía la vió en todo momento y decidió ir de inmediato a la estación de Policía, algo no le cuadraba con Aoi Hattori pese a que era reconocida por ser una gran empresaria.

Ran que se encontraba probando su traje vio a su hermano ingresar, este se sentó y soltó un fuerte suspiro, el mayor lo miró y dejo lo que hacía para ir hacia él.

─ Ahora que ─habló.

─ Sanzu y su nueva chica, este ni aunque se enamore va cambiar ─responde.

─ ¿Por qué lo dices? ─pregunta.

─ Escuchó a ese idiota teniendo sexo con otra de sus mujeres ─comenta.

DIVINA DESTRUCCIÓN | RAN HAITANI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora