DIVINA DESTRUCCIÓN | RAN HAITANI

Capitulo 1

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DIVINA TENTACIÓN : AMOR Y MAFIA
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Organización

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10 años después

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─ Mikey, a que se debe la reunión ─dijo Ran mientras dejaba de fumar.

─ La líder de los Yakuza está por Tokyo así es un buen momento para que ambos podamos hacer negocios, es más que obvio que ella tiene movilizaciones más fuerte que nosotros, incluso se la ve vinculada con la mafia china ─dijo.

─ Mafia china, que esa no es la más peligrosa ─dice Kokonoi.

─ Así es, es por eso que necesito que ustedes tres vayan localicen su casa y hablen con ella personalmente ─responde.

─ Pero no está fuertemente custodiada, es la más peligrosa a pesar de ser mujer ─habló Ran.

─ Confío en que ustedes harán todo lo posible, pero necesito que ella sea mi socia que ambos trabajemos en conjunto ─dijo.

─ Por lo que se, sus movimientos son muy cautelosos casi no está involucrada con la policía, también se que es dueña de los grandes casinos internacionales, el Imperial Palace mejor dicho ─dijo Kokonoi.

─ ¿El Imperial Palace? Rin y yo vamos a jugar a menudo allí ─dijo Ran.

─ Ese gran casino es de ella, pero al parecer algo más oculta, es solo una simple pantalla nada más ─responde Kakucho.

─ De hecho tiene bastante negocios, internacionales por sobretodo, es poderosa y no dudó que si la molestamos en el camino, nos elimina como a un simple insecto ─responde Rin.

─ Es por eso que necesitamos su amistad y alianza, si llegamos a ser enemigos de esa organización, no vamos a vivir para contarlo ─dice Mochizuki.

─ Es solo una mujer, que podría hacer de seguro que a la hora de asesinar ni es ella la que los ejecuta, he escuchado mucho sobre mujeres poderosas así como describen a esa mujer pero en realidad son más débiles, no sería lo contrario con esta ─habló Sanzu.

─ No te confíes tanto idiota, cuando la tengas en frente no vas a pensar lo mismo ─le advierte Kakucho.

─ Apostemos, les apuesto que esa mujer no mata ni una mosca, yo digo que tiene otra persona que hace el trabajo sucio por ella ─dice el pelirrosa.

─ Pues yo apuesto Sanzu, que esa mujer no dudaría en hacerte volar la cabeza si es que la provocas ─comenta Takeomi que ingresaba al lugar.

─ Pensaba lo mismo, imagínense a Sanzu pidiendo por su vida ─dice Rin soltando una carcajada.

─ Pagaría por ver eso ─dijo Kokonoi.