La escuela es una de las formas donde los estudiantes olvidan todo lo que este relacionado a sus hogares, conocen y crecen en varios aspectos pero esto no puede ser todo alegria.
La Academia Westhor es una de ellas solo que la diferencia es a través...
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AeronBranwell
quiero que vengas conmigo...ven conmigo...vamos no tengo porque darte explicaciones...
Carajo, como le puedo decir a ella, piensa Aeron debe haber una forma en la que no suene como estúpido imbécil enamorado y tampoco un imbécil cara de culo.
- Aeron ¿a que veniste?- Almira estaba enojada podía notarse a simple vista y mas con su cara de cachorrito intentando hacer popo.
- Te vi en la cafetería y....Silas me mando a buscarte- le dije seriamente aunque por mis adentros sabia que eso era una mentira.
- ajá y yo me chupo un dedo ¿no?- hablo ella enarcando una ceja y mirándome de fijamente.
- yo no diría que el dedo- le dije sonriéndo y ella me pego en el hombro.
- deja de decir eso, ¿ a que...veniste?- volvio a repetir la pregunta haciendo unas cuantas pausas en ella.
- Me puse celoso ¿bien?- le dije ya irritado.
- pues bien por ti Aeron- me dijo para empezar a caminar
- Oh no, tu vienes conmigo- le dije tomándola de la cintura obligándola a caminar conmigo.
- ¡Dejame!- me dijo sacudiéndose haciendo que varias personas nos observara.
Que ven malditos imbéciles...
- Shh, nada te voy a ser- bese su cabello intentando tranquilizarla.
- Creeme que perdiste mi confianza al hacer esto.
- Lo se.
- Te mataré- dijo ella entre dientes sonriéndole a la personas que pasaban ahí.
- Y yo te follare duro- ella me pego un codazo sacándome una sonrisa.
- Sabes en este momento puedo gritar- dijo ella sonriendo y mirando a la gente.
- No, no podrás- le dije volteandola quedando frente a frente, cargándola en mi hombro sin darle tiempo de hablar y camine normalmente.
Un grupo de chicas caminaban a nuestro lado observando atentamente la escena.
- Pff, chica traviesa- le dije y ellas caminaron desconcentradas.
- ¡Bájame, estúpido!- Almira grito pataleando.
- Quieta- le dije dandole una nalgada.
- ¡Oye baboso ¿Que te pasa?!- me grito.
Coche negro....coche....¡ahí estas!...
Camine hacia el auto de Silas, quien al acercarme lo vi leyendo con lentes obscuros y un palo en la boca moviendolo lentamente.
- Solo cinco minutos- repitió el burlándose de lo que le dije.
- Solo cállate- le dije para poner a Almira en la parte trasera del coche.
