La escuela es una de las formas donde los estudiantes olvidan todo lo que este relacionado a sus hogares, conocen y crecen en varios aspectos pero esto no puede ser todo alegria.
La Academia Westhor es una de ellas solo que la diferencia es a través...
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Almira Fraser
En mi vida siempre crei en los monstruos, no en los que acechan tu cama, o los que aparecen en la Tv. Yo crei en aquellos que caminaban de noche y te perseguían hasta dejarte tirada en algún lado, creia en los que se hacen llamar "personas" pero en realidad son eso "monstruos" que disfrutan quitar y arruinar vidas. Crei en todo, por que yo lo lo viví, yo vi a varios monstruos y uno de ellos era mi padre.
Sentía varias voces a mi alrededor sin poder escucharles con claridad, mi cabeza dolía y parecía palpitar cada que intentaba mover mi cabeza, escuchaba pitidos es mis oidos y dolor en mi cuerpo que se extendía por mi pierna izquierda al no poder moverla, abrí lentamente lo ojos lo cuales se sentían demasiado pesados, era un total desastre cuando logre aclarar la visión, cuando trate de levantarme sentí algo pesado en mi pierna, apoye mis codos y vi el causante del dolor y cosquilleo que empezaba a extenderse y logrando un calambre al intentar mover la pierna de la gran piedra que aplastaba mi cadera, trate de levantarme empujando aquel objeto lo cual no funciono. Mire a mi alrededor y vi a varias personas llorando, otras heridas y otras sin reaccionar. Trate de buscar a los hermanos. Vi a lo lejos a Aeron el buscaba algo cuando sus ojos encontraron los míos corrio hacia mi y quito la gran piedra yo le sonreí aunque salio como una mueca.
- Tenemos que sacarte de aqui- dijo Aeron yo sentí mi vista pesada y cai inconsciente.
Ian Branwell
Se veía hermosa, sin duda alguna ella era mi objetivo desde hace varios años, la encontré.
Cuando iba a darle la vuelta para seguir bailando, una explosión me hizo separarme de Almira, cuando la vi a mi lado la vi inconsciente trate de acercarme un pinchazo en mi cuello me hizo caer y solo vi a Almira por última vez antes de caer inconsciente.
- Buenas, buenas- abrí los ojos lentamente y parpadie para ver a la única persona que me borra mi mejor sonrisa.
Y hablando del rey de roma...
- ¿Que quieres?- pregunto Azael intentando quitar las cadenas.
- Charlar, como hermanos- hablo y yo rodé los ojos.
- ¿Que pasa? ¿Ian? Así te llamas ahora, pésimo nombre por cierto- yo bufé.
- Deja las idioteces y dino que quieres- hablo esta vez Ambrose quien tenía un golpe en la mejilla y el labio partido.
No quisiera saber como estoy yo...
- Matarlos pero eso va a ser imposible ya que si no, no habria juego- se encogió de hombros- Tambien no puedo llevarmelos ya que tristemente no están en mi lista de invitados.
Fruncí el ceño y observe a Silas quien estaba alado mío el solo sonreía de lado.
- Pobre creo que no habrá payaso en la fiesta- hablo Silas con un tono burlón.
