Capitulo XLIV

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NASEEM.

¿Quien dijo que se necesita estar follando con una persona para sentir química o las miles de chorradas que dicen?, Ella es la prueba viviente que no todo es follar y pasar el rato vale mucho más.

—Allá voy— Se subió arriba del skate y empezó a andar, estiró los brazos como lo hacía cuando estaba empezando a aprender a andar, pero ahora sé que lo hacía para  relajarse.

¿Cómo le explicó a esa chica que hoy   hace cuatro años que la vi por primera vez en el supermercado del pueblo?

Me subí arriba de mi skate y la alcancé en cuanto pude porque ya estaba bastante lejos.

— Somos dos jóvenes muy locos andando a las ocho de la mañana— Me gritó cuando llegué a ella.

—Pero tu muy guapa y yo muy loco— Río y bajo un pie del skate para andar más rápido y llevar la delantera, siempre le gustó ir delante de mí, me deje llevar por ella cuando dobló por una esquina y empezamos a agarrar por una parte del pueblo que empezaba a ver todo árboles y sabía dónde iba, Jass me había dicho que ella tenía un lugar especial en el bosque, cuando llegamos a la entrada bajo del skate y empezó a andar e hice lo mismo.

—Sam.....

—Ven— Me tomó de la mano para ir junto a ella más rápido y nuestros dedos se entrelazaron.

Caminamos por varios minutos así hasta que llegamos a un lugar donde había un río y árboles, por alguna razón solo en esa parte estaba el pasto corto y me lo quedé observando.

—Siempre lo cortó con la máquina que le robó al jardinero de mi casa.

— Como aprendis.....

—Se llama YouTube genio— se sentó contra un árbol e hizo lo mismo, todo allí era más tranquilo, no sé porque nunca se me ocurrió venir por estos lados.

—De seguro es porque tu madre siempre dijo que acá vivían animales peligrosos— escuche una voz en mi cabeza.

—Este es mi lugar desde que tengo uso de razón y escapaba por la cocina para no escuchar a mis padres pelear— empezó y me limité a abrazarla, no quería meterme más en su espacio.

Seguí con mi mirada su mano derecha que fue directo al pequeño bulto que tenía en su vientre.

—Y se que será de ellas también— Apoyó la cabeza contra mi hombro.

—Lo amarán cariño— Le di un beso tierno en la cabeza.

Nos quedamos por casi tres horas ahí, ella se había quedado dormida con su cabeza arriba de mis piernas y yo solo me imaginaba una Samira apenas dos años mayor con dos pequeñas iguales a ella corriendo por acá.

Una de ellas venía corriendo hacia mí y la alce en el aire, Samira seguía jugando con la otra pequeña a juntar flores.

—¿En que piensas?— Escuche su voz suave.

—En nada en especial, ¿vamos?— Aceptó con la cabeza y se levantó con un poco ayuda mía, agarre ambas Skate y empezamos a caminar de vuelta a la ruta, dejando aquellas imágenes grabadas en mi mente.

—Creo que Jass había dicho algo de ir a una fiesta— Sabía que a ella no me gustaba tanto eso, pero lo quería y que en poco meses se nos iba a acabar un poco aquella libertad de ir a dónde queramos y vivir como dos jóvenes todo locos.

—¿Vamos?— Dijo con una pequeña sonrisa en los labios que se hicieron más grandes cuando acepté con la cabeza, sabía que cuando lleguemos iba ir directo al baño e iba a llamar Jass para ir preparándose.

Más allá de mí [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora