CAPITULO XLII

82 12 2
                                    

SAMIRA.

Llamada de los chicos inundaban mi teléfono, la noche estaba cayendo y el frío del verano golpeaba mi piel.

Había visto un hermoso atardecer y ya era hora de volver a casa, agarré el Skate y me eché a andar, tenía media hora de vuelta.

A cualquier chica le daría miedo caminar casi de noche sola por unas calles llenas de árboles, pero yo no, me sentía segura caminando entre esas calles vacías y llenas de árboles.

Las primeras casas del pueblo empezaron a hacerse presentes.

Dejé el Skate en el piso y empecé a andar, no lo había hecho en un buen tiempo pero necesitaba hacerlo, esa sensación que sentí la primera vez que anduve volvieron a mi, extrañaba tanto andar.

Cuando estaba a dos cuadras de casa me bajé y volví a poner abajo de mi brazo, para llegar a casa relajada y tranquila, Naseem no se daría cuenta que anduve y los chicos menos.

Entre a casa y todos estaban en el sofá, excepto por Naseem que caminaba como loco de un lado a otro y cuando apenas me vio corrió hacia mi.

-¿Estás bien?¿Que te pasó? ¿Por qué no respondes las llamadas?¿A dónde fuiste?- Me exploró para ver si estaba entera y cuando se tranquilizó un poco me dió un beso corto en los labios.

-Estoy bien.

-¿En dónde estabas?.

-Por ahí- mire a los chicos que ya se habían acercado a nosotros.

-Jamas vuelvas a irte cuando esté durmiendo tonta- reprocha con las manos a los costados.

-si, eso, estoy cansada voy a dormir- Los ignore a todos y me fui al dormitorio, tomé un pijama corto de verano y me lo puse, no quería acostarme aún así que me senté en el borde de la ventana donde había un pequeño espacio para sentarse y tome un libro sobre una familia asesina que amaba.

Me perdí totalmente entre las hojas de ese libro, los minutos u horas pasaron, además de Naseem ese era mi lugar seguro, donde mi alma puede escapar y ser libre, dejar de sentir dolor, para sentir y huracán de emociones.

La puerta del dormitorio se abrió y Naseem pasó con una pizza.

-Los chicos se fueron y pasaron varias horas cariño.

-Termino este capítulo y te hablo- Sonrió dejando ver sus hoyuelos que tanto me volvían loca y él lo sabía y caminó lentamente hasta mi con la pizza en una mano.

Esperé pacientemente a que yo terminará, los capítulos eran bastante largos pero tenía la capacidad de leer rápido.

-Y, ¿me vas a decir?- Puse los ojos en blanco.

-Fui al puente vale.

-Te ibas a.....

-No, claro que no, ¡¿dios que te pasa?!-Chille enojada, no podían creer que el de verdad pensaba que sería capaz de tirarme.

-Perdón- Acepté con la cabeza y seguí hablando.

-Necesitaba estar tranquila y a solas, salir de esta habitación y encontrarme a mí misma, porque ya me estaba volviendo a perder-Estiró sus manos tomando las mías y con un leve empujón quede arriba de el.

-Sabes que te amo.

-Lose- Le di un beso corto en los labios- Y yo a tí y nunca haría nada para perjudicar a nuestras hijas.

-Me gusta como suena, nuestras- Nuestras risas se unieron intercambiados con besos.

-Eres la persona que más quiero- susurró contra mi oído.

Más allá de mí [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora