Estaba terminando de trazar con el lápiz en la pared el boceto que había diseñado para el mural de una de las salas de juntas. Ya había pintado unas cuantas paredes del edificio, pero hoy me apetecía hacer algo más creativo, así que había empezado con los pasos previos a pintar el mural directamente. Podía parecer una chorrada, pero el boceto a lápiz era lo que iba a determinar el buen resultado posterior y, por eso, necesitaba que quedara perfecto.
Me había alejado hasta la pared contraría para ver si estaba bien encuadrado y si se veía recto. Me parecía que el resultado no estaba nada mal, pero me vendría bien una segunda opinión y, realmente, solo tenía una opción, aunque no me apeteciera mucho.
Cuando pintaba, me gustaba ponerme música, pero para dibujar necesitaba silencio total y hoy aún no había encendido mi altavoz. Sin embargo, pensé que podría ser una idea divertida poner música clásica para cuando viniera la pija, así que apreté el botón de encendido y busqué una lista en spotify.
La primera canción comenzó a sonar e hice una mueca de que no estaba realmente mal aquello, aunque no era precisamente el tipo de música que me animaría para pasar las horas pintando. La dejé puesta mientras echaba un último vistazo al boceto y salí de allí en dirección a la oficina en la que estaría Luisita.Bajé las escaleras pensando en si llamar a la puerta de su despacho o abrir directamente para así cabrearla un poco, pero, temiendo que no quisiera darme su opinión y pasara de mí, decidí mejor ser un poco educada y dar unos golpes en la puerta. La rubia me indicó que pasara y así lo hice, viendo que aquel lugar también necesitaba una buena capa de pintura.
— Tú dirás — Luisita bajó la tapa de su portátil y me miró mientras movía su agenda al otro lado de la mesa.
— Buenos días a ti también — solté, riéndome para mis adentros al ver cómo giraba los ojos — Necesito que me ayudes, ¿puedes venir conmigo?
— ¿Para qué quieres mi ayuda? — cuestionó.
— Para una cosa, ¿vienes o no?
— Tengo mucho trabajo y si no me dices qué es, no voy a aplazarlo por cualquier tontería que se te haya ocurrido.
— De verdad que le quitas la gracia a todo. ¿Quieres dejar de ser insoportable por unos minutos y acompañarme? Necesito tu ayuda para una cosa de trabajo y tú me dijiste que me ayudarías para cualquier cosa que necesitara al respecto, así que venga.
Luisita resopló, pero se terminó levantando de la silla. Se alisó la americana rosa palo que llevaba a juego con sus pantalones y me adelantó, saliendo en primer lugar por la puerta. Pude observar bien desde mi posición y la verdad es que por muy pijo que fuera aquel conjunto, le quedaba realmente bien. Seguí caminando hasta ponerme a su altura y la dirigí hasta la sala en la que tenía aquel primer boceto de uno de los murales que me habían pedido.
Subimos las escaleras, pudiendo escuchar ya un poco la música que había puesto instantes antes y pude adivinar una pequeña sonrisa en el rostro de la rubia. Abrí la puerta y le indiqué un poco la idea del mural.— ¿Qué te parece? — le pregunté.
— No está mal — respondió fijándose bien en los detalles.
— No es mala respuesta viniendo de tu parte — dije — Necesito que me digas si lo ves bien encuadrado.
— Yo creo que sí, aunque quizás si se pudiese desplazar un poco hacia la derecha quedaría mejor centrado — asentí, observando el cuadro y pensando en lo que me acababa de decir.
— Sí, tienes razón, quizás unos centímetros más hacia la derecha quedaría mejor y daría un mayor impacto para la persona que entrase a verlo.
— Sí — comentó ella — ¿Qué tipo de colores vas a usar?
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De momento abril || Luimelia
FanfictionLuisita cree que lo tiene todo en la vida. Amelia ha encontrado la felicidad en lo más simple. Dos mundos opuestos, ¿Tendrán algo en común? Fic escrito con @MaeriaLM