— Lou, ¿te vienes a mi casa?
— Joe, Luisita, si que vas a tope hoy… — bromeó conmigo.
— Eres idiota.
— Que sí, que yo me voy contigo. Estoy pidiendo el uber ya en aquella esquina — me dijo sin apartar la vista de su móvil — Vamos.
Acabábamos de despedirnos de Amelia y sus amigas. Al final, habíamos aguantado hasta el cierre de la discoteca y admitía que hubiera aguantado aún más a pesar de que estaba bastante cansada, pero me lo estaba pasando muy bien. El uber no tardó más de cinco minutos en venir y tampoco nos llevó mucho más llegar a mi casa porque en coche estábamos relativamente cerca.
Me notaba que estaba aún un poco perjudicada por todo el alcohol que había ingerido aquella noche, pero a la vez sentía una euforia dentro de mí que era totalmente nueva. Me sentía bien, viva, con ganas de descubrir muchas cosas.
En cuanto entramos en mi casa, Niké vino a saludarnos a la puerta, pero cuando le hicimos un par de caricias se fue al brazo del sofá donde solía ponerse.
— Voy al baño. Coge lo que quieras para dormir, ya sabes dónde está todo.
— ¿A pero que vamos a dormir? Yo creía que me habías hecho una propuesta indecente — me dijo provocativa, aunque de risas.
Se quitó el vestido negro que llevaba y recorrí con mi mirada sus torneadas piernas, su abdomen, sus pechos y esos ojos con los que conseguía siempre todo lo que quería. Era la primera vez que miraba a Lourdes de esa manera y me di cuenta de que probablemente me habría autoreprimido todos estos años. Nunca tendría nada con ella porque para mí era como una hermana, pero desde luego algo había cambiado en mi mente y ahora me permitía mirar con otros ojos y no me sentía culpable por ello.
— Estás muy buena, Lourdes.
— ¿Qué? — me preguntó sorprendida.
— Pues eso y que entiendo que al final todas caigan — le dije yo luchando por quitarme la ropa también — y además eres una persona maravillosa, gracias.
— Cariño — me dijo viniendo a abrazarme.
— y perdón porque no he sido justa contigo muchas veces.
— No pienses en eso anda. Sabía que tenías miedo…
— Ya, pero eso no es justificación.
— No pasa nada. Voy al otro baño y te espero en la cama, ¿va? — me preguntó dándome un beso en mi cabeza y yo simplemente asentí.
Entré a asearme y me puse la camiseta larga con la que solía dormir cuando no me veía nadie, aunque con Lourdes me daba igual. Volví a la cama donde ella ya me esperaba con otra similar y me acurruqué a su lado.
— Menuda noche ¿no? — me preguntó y yo notaba que me estaba empezando a vencer un poco el sueño.
— Sí…
— Y menudo bombón al que has besado ¿eh? — me dijo dándome un codazo — no te creas que no te he visto.
— Ha sido una chorrada…
— Bueno yo jamás te había visto así ni haciendo ese tipo de chorradas.
— Ya, pero al final no es a quién yo quería besar.
— ¿Y por qué no lo has hecho? Se ve a la legua que la tienes loquita.
— ¿Tú crees? — le pregunté dubitativa y ella afirmó — no sé, Lourdes, es que yo nunca he besado a nadie.
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De momento abril || Luimelia
FanficLuisita cree que lo tiene todo en la vida. Amelia ha encontrado la felicidad en lo más simple. Dos mundos opuestos, ¿Tendrán algo en común? Fic escrito con @MaeriaLM