Salí corriendo sin mirar atrás. Ahora mismo no era capaz de gestionar lo que acababa de pasar, así que recogí mi bolso en el despacho y atravesé las puertas principales del edificio. Estaba como en estado de shock, necesitaba respirar, necesitaba aire puro porque sentía que me iba a ahogar ahí mismo. Vi a Lourdes apoyada en su coche sonriendo y ni siquiera me acordaba de que habíamos quedado hoy. Ella no apartaba su vista de mí mientras yo me acercaba a toda prisa hacia su vehículo.
— Ey, ¿estás bien?
— Sube al coche — le pedí.
— Pero y Ameli...
— Sube al coche y sácame de aquí, por favor — le supliqué ya casi rompiendo a llorar.
— ¿Qué ha pasado? — me dijo preocupada.
— Vámonos y luego te cuento.
— ¿A tu casa? — me sugirió y yo simplemente asentí llevando mis manos a la cabeza — Está la pintora en la puerta mirando. Dime que no te ha hecho nada porque si no, me bajo y la reviento.
— Tranquila, solo arranca por favor — le rogué y ella me obedeció al instante. No sé por qué pero el alejarme de allí me dio un poco de tranquilidad.
— Luisita, estoy preocupada — dijo mi mejor amiga — ¿me puedes decir qué ha pasado?
— No sé qué ha pasado, Lourdes, no lo sé...
— ¿Cómo no lo vas a saber? ¿Pero te han hecho algo? ¿Por qué estás así? —me preguntó con preocupación y ella se merecía una explicación porque si hubiera sido al revés yo estaría de los nervios también — Es que no entiendo nada.
— Uff, Lou — dije agobiándome solo de pensarlo, pero intenté serenarme un poco para poder hablar — estábamos discutiendo.
— ¿Amelia y tú?
— Sí, era una chorrada, pero es que entre nosotras siempre es así. A veces nos llevamos muy bien y otras discutimos por cualquier tontería.
— Vale, ¿pero te ha hecho algo?
— Me ha besado.
— ¿Qué? — me preguntó sorprendida — Joder, qué susto Luisita por un beso.
— Y yo la he besado también y no sé... — dije de nuevo agobiándome y tratando de aguantar el llanto.
— Cariño, no pasa nada por un beso.
— Lourdes sí que pasa, sí que pasa — repetí alzando el tono de voz — y que no ha sido solo un beso...
— ¿No me digas que...? — preguntó sorprendida llevándose una mano a la boca — ¿Ahí en el trabajo? Dios, sí, mira que pelo y que cara de recién...
— Cállate, por favor, no lo digas —- le pedí mientras ya estaba a punto de entrar en mi calle. No hablamos mucho más hasta que llegamos a mi piso. —- ¿Quieres una copa de vino?
—- Claro, aunque creo que la necesitas más tú que yo —- me dijo y no le faltaba razón. Cogí una de las botellas que tenía abiertas y serví dos copas para llevarlas al sofá donde ya me esperaba Lourdes acariciando a Niké.
En cuanto llegué, ella como si notara que algo me pasaba se puso en mi regazo y simplemente acariciarla ya me dio una sensación de tranquilidad y de alivio.
—- Luisi —- me dijo finalmente Lourdes llamando mi atención —- soy yo y sabes que puedes contarme lo que sea que no te voy a juzgar, pero tampoco te voy a presionar si no quieres hablar.
—- No es eso, pero es que decirlo en voz alta lo hace más real.
—- Bueno, pero las dos sabemos que es real ya y seguro que te hace bien desahogarte.
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De momento abril || Luimelia
FanficLuisita cree que lo tiene todo en la vida. Amelia ha encontrado la felicidad en lo más simple. Dos mundos opuestos, ¿Tendrán algo en común? Fic escrito con @MaeriaLM