- Te he echado de menos hoy - me dijo Amelia a través del teléfono.
Hoy no había podido ir al edificio porque había estado de reuniones de aquí para allá y tampoco habíamos podido apenas hablar en todo el día, así que lo primero que había hecho nada más entrar por la puerta de mi casa había sido llamarla.
- Yo también, he tenido un día de locos.
- ¿Mucho trabajo?
- Más que eso, postureos con clientes y demás, ¿tú qué tal?
- En el trabajo lo normal, ahora estoy en la cama medio desnuda y con el ventilador porque no aguanto este calor. Daría mi reino por la playa o una piscina ahora mismo.
- Pues vente a mi casa - le dije yo sin pensarlo dos veces.
- Tú no tienes piscina ¿o sí?
- Sí, en la terraza lo que pasa que es pequeñita y todavía la tenía tapada. Está muy bien camuflada, ya sabes, cosas de arquitectas...
- ¿En serio tienes una piscina en la terraza?
- Que sí, mira el whatsapp - le pedí mientras separaba el móvil de mi oreja y le mandaba una foto.
*foto*
- Eso lo has sacado de Google... - me dijo con incredulidad.
- Que no, idiota, bueno te vienes o ¿qué?
- ¿Tantas ganas tienes de verme?
- ¿Yo? Ninguna. Encima que lo hago solo porque no pases calor - bromeé con ella.
- Bueno en ese caso tendré que ir, aunque solo sea para no morir de calor y no por las ganas que tengo de verte.
- Venga, date prisa, que yo también tengo muchas ganas. Me voy a poner el bikini y te espero aquí tomando el sol.
- Ya estoy yendo, esa imagen no me la puedo perder - me dijo apurada sacándome una sonrisa.
- Hasta ahora.
Fui directa a mi habitación y cogí un bikini que me había comprado la semana pasada con Lourdes y que me gustaba mucho. Mi amiga se había reído al ver que hasta aquella prenda me la compraba de marca, pero, cuando se lo enseñé se quedó sin palabras, así que esa era exactamente la reacción que quería también causar en Amelia.
Me eché crema del sol y me tumbé en una de las dos hamacas que tenía, con Niké a mi lado, aprovechando que apenas salía a aquella zona y las gafas de sol puestas mientras sentía los primeros rayos en mi cuerpo.
Quince minutos después, escuché cómo sonaba el interfono de mi casa. Obligué a mi gata a ir hacia el interior que, a pesar de sus protestas, enseguida se acomodó en su rincón del sofá y abrí a la morena. La esperé en la puerta, tal cual me había levantado con el bikini y, en cuanto salió del ascensor, pude ver cómo resoplaba al verme recibirla de aquella manera.
- ¿Quieres matarme ya, tan rápido? - preguntó, acercándose de manera sugerente a mí y besándome de una manera que yo correspondí haciendo que mi lengua se encontrara rápidamente con la suya - Sí, quieres matarme - yo me reí.
- Deja las cosas aquí - le indiqué señalando una silla que había al lado del cristal que daba paso a la terraza. Amelia me hizo caso y enseguida pasó hacia el exterior.
- Sí que la tenías escondida - pronunció yendo directa hacia la piscina y mojando ligeramente uno de sus pies - Tampoco es tan pequeñita, está muy bien para estar en una terraza.
- No está mal, no - respondí - Bueno, ¿qué? ¿Te quitas la ropa ya y nos metemos?
- Sí que tienes tú ganas de verme en bikini, ¿no? - dijo guiñándome un ojo - Aunque, si te soy sincera, yo soy más de bañarme desnuda.
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De momento abril || Luimelia
FanfictionLuisita cree que lo tiene todo en la vida. Amelia ha encontrado la felicidad en lo más simple. Dos mundos opuestos, ¿Tendrán algo en común? Fic escrito con @MaeriaLM