Heredero de los dioses.(en Edición)

29- Se está agotando el tiempo ⏳

El tiempo de clases acabó y Hermes rápidamente salió en busca de Loki, y no lo encontraba por ninguna parte...

- Señor Potter, ¿que está buscando? - preguntó Severus al ver a su alumno buscar algo o alguien.

- Oh, señor Severus, busco al señor Loki... - Severus lo miró confundido, segundos después de analizar el aspecto de Loki y Hermes, algo hizo click...

- No... - Hermes río por la reacción de su profesor - Si. el es mi, gestante - confesó mientras ponía un echizo silenciador Severus hizo cara de espanto - el, es tu... madre... - Hermes asintió riendo - juro que cumpliré lo que prometí, le contaré más tarde, si me disculpa, tengo que buscar a mi madre -.

En otra parte, Loki escuchaba el desgarrador problema de Sebastián, sintió como su hijo lo llamaba y simplemente lo apareció en la habitación.

- Oh, Mamá!, aquí est...¿ese es el chico de hace unas horas? -.

- P.Potter! - Sebastián se enderezó de forma rápida y se colocó serio, pero eso no ocultó el rastro de lágrimas en su rostro.

- Oye... ¿por qué lloras?, no creo que sus castigos sean tan malos - dijo mirando a Loki, dudando de sus propias palabras...

- E.el, no ah echo nada... - agachó la mirada avergonzado - es un tema delicado, ¿por que me buscabas?, pequeño príncipe - Hermes sonrió a su madre.

- Jörmud me pidió hacerlo, dijo que necesitaba algo... - Loki asintió - Hermes, ¿crees que puedas llevar a este chico a casa?, a una de la que tenemos, no en la que estamos por cierto... -.

Loki no quería que el chico se abrumara, y muy probablemente, Arica estaría allí para que las mascotas no se sintieran aburridas, Thor estaba en Asgard...

Hermes asintió algo confundido.

- Hermes, mañana es la coronación de tu padre, más tarde Jörmud, Hela, Fenrir y tu irán con la costurera real a probarse alguna cosas y diseñar como quieran... - (creo que me salte un día, pero que más da :v).

Hermes volvió a asentir, sintiendo la mirada confundida del joven junto a su madre.

- Iré a verte más tarde Sebastián, por ahora mi hijo te llevará, yo tengo asuntos que atender con el director... -.

Hermes hizo un esfuerzo, pero los cálculos lo dejaron en una casa en un bosque de Canadá, era linda, no tan grande no tan pequeña, de un tamaño indicado.

- Co.como...? - el ahora, Hermes sabía era Sebastián preguntó confundido y sorprendido - p.por que, el señor Loki, te llamo hijo? -.

- Eh... bueno, el es... mi, madre... - los ojos de Sebastián se abrieron de sobremanera - o sea, se que no puedo, AÚN, ir por ahí diciendo quienes son mi familia, pero dudo que tú digas algo... - el chico asintió aún consternado.

En otro lado un rato después, Dumbledore iba llegando a su oficina, al entrar encontró al dios sentado en su silla con las piernas en el escritorio y una mirada escalofriante.

Cada cuadro lo miraba algo asustado, la mayoría llegó a conocer al dios, pero ninguno se sentían mal, por lo que podría pasarle a ese bastardo.

- Loki... es de mala educación entrar así a un lugar... - habló con tono amable mientras el dios siquiera lo miraba.

- Yo, vine a evaluar a todos aquí, incluyéndolo a usted, sus errores han hundido el nombre de la que alguna vez fue una de las mejores instituciones... - seguía sin mirarlo.

- No entiendo a qué se refiere... eh eliminado clases, si, pero por el bien de mis estudiantes - se excusó.

- Así como dejar que abusen de un niño desde que tiene memoria, por el, 'bien mayor'... director? -.

La mirada de Dumbledore detonó en nerviosismo y temor.

- Ya le eh dicho, que no se a que se refiere... - Loki se levantó escuchando la vaga excusa del anciano.

- Mi paciencia se está agotando, Dumbledore... y su tiempo también... - simplemente desapareció de la oficina dejando asustado a una vieja pasa...

En el lugar donde Hermes y Sebastián se encontraban.

- Entonces, Potter... no es un Potter... y toda la esperanza del mundo mágico se irá a la mierda... - dijo pensativo Sebastián.

- No intentarás decirle a Dumbledore?, osea, tu familia podría morir... - dijo extrañado el de raíces rubias.

- ¿Por que debería?, el mundo nunca ah echo nada por mí, solo me a dado miseria... por mi que todos se jodan - se acomodó en el sofá de la pequeña sala de estar.

A Hermes, ya acostumbrado al castillo y los lugares grandes, esa bonita casa de madera le parecía muy pequeña...

- Ya tengo que irme, la casa está protegida, nadie puede entrar, de seguro mi madre vendrá más tarde, descansa Sebastián - le sonrió amable sacándole un tierno sonrojo al de lindos ojos azules.
no estaba acostumbrado a un trato tan amable...

De vuelta con Loki , este veía a su hijo mayor caminar en círculos mientras decía un montón de cosas incoherentes.

- Por favor Jörmundgander, ¿que puede ser tan malo como para tenerte balbuceando de esa forma?, deja de decir tonterías y dime el problema - exigió a Loki.

- B.bueno... ¡me gusta alguien! - la mandíbula de Loki se descolocó, jamás pensó vivir para escuchar algo como eso...

- Te gusta... una persona... -  Jörmud agachó la cabeza - más bien... dos - la tasa de té que Loki sostenía se resbaló y terminó echa añicos.

- T.tu..... oh por mi madre... no puede ser... - su expresión como pocas veces, se pintaba de pura y auténtica sorpresa.

- Gemelos...de echo... - Loki río irónicamente - Ahora me dirás qué son los Weasley...? - Jörmundgander lo miró a los ojos.

- Te molesta...? - Loki se levantó rápidamente.

- No, no, claro que no!, no me molesta si son ellos quiénes te gustan, no hay problema cariño, pero... estas seguro de lo que sea que vayas a hacer, osea, son mortales, simples magos, planeas crear una conexión como la de Hermes y Draco? - dijo mirando preocupado a su hijo.

- No estoy seguro, podría funcionar, tú me ayudarás, ¿cierto? - le dió la mirada de cachorro desolado que solía darle de pequeño cuando tenía que volver al mar.

- Ahg... primero verifica si tú les gustas - miró hacia otro lado evitando la triste mirada de su hijo.

- De cualquier manera, si no lo hacen los llevaré conmigo al fondo del mar... - se fue tarareando de alegría por conseguir su cometido.

- No sé, si evitar que haga tal cosa... oh ayudarlo a hacerlo mientras que lo consuelo de su primera decepción amorosa... -