Capítulo 26

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Capítulo 26

María besó los labios de Esteban, o fue él quien la besó primero.

M: ¿dónde estabas, mi amor...?

E: te avisé que me retrasaría... Salí tarde de la oficina y tenía que tomar un baño para venir a verte... Pero ya estoy aquí... Mmm... (Le abrió los labios y se atrevió a introducir su lengua entre ellos)

Ella gimió con la invasión... Y le correspondió al beso...

M: ¿y tus papás...?

E: llegaron conmigo... Se quedaron afuera con tus papás y los demás... Qué bella estás hoy...

M: gracias, mi vida...

E: mi amor... (Volviendo a besarla)

Desde ese momento, se movía a todos lados con Esteban... Como si de repente un chicle los hubiera pegado...

>>>

En cierto momento de la noche, Servando se disculpó para ir al baño, pero se desvió al jardín, donde los jóvenes departían... Y no los vio... La luz del invernadero estaba encendida y su instinto lo hizo ir...

La imagen que se encontró lo paralizó... María sentada en la mesa donde cuidaban las flores y Esteban echado sobre ella, comiéndosela a besos...

M: Esteban... (Agarrándose a las solapas de la chaqueta) Alguien puede venir...

E: estoy loco porque pasen estos días... (Sujetándole el labio inferior entre los suyos) Ya no tendremos que ocultarnos de nadie...

M: qué fuerte estás... (Palpándole los brazos musculosos)

E: y tú que guapa estás, María... Me gustas tanto... Estoy loco por ti... No puedo esperar a que... (Hablándole contra el cuello, mientras le besaba la suave piel)

"...Pueda hacerte mía todas las noches de nuestras vidas..."

Concentrados en el besuqueo y toqueteo, los jóvenes no se percataron que alguien los había estado observando...

Sr.Fer: ¡Servando! ¿Dónde estabas...?

Ser: necesitaba un poco de aire...

Sr.Fer: ¿Algo anda mal...?

Ser: no... Nada...

Sr.Fer: entremos entonces...

Ser: Antonio... (Deteniéndolo del brazo) Amigo... No sé si lo habrás notado... Y me parece de mal gusto... Pero tu hija y el hijo de San Román actúan muy sospechosos... Como si...

Sr.Fer: despreocúpate... María y Esteban están comprometidos... Y dentro de unos días los San Román vendrán a pedir la mano de mi hija... No pude encontrar mejor marido para María, ¿No te parece...? (Palmeándole el hombro)

Aquello fue como una patada en el hígado para Servando Maldonado. Había perdido tiempo preparando el terreno...

En su afán de lucir más joven y darle tiempo a María para que se graduara de la universidad, descuidó la presa...

Y Esteban había sido más listo y se la había ganado...

Ser: ¿van a casarse...?

Sr.Fer: sí, en unos meses... Tienen prisa...

Ser: ¿acaso está embarazada??

Sr.Fer: no... Nada de eso...

Ser: pero se fueron de viaje solos...

MI DECISION... El Origen...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora