MI DECISION... El Origen...

Capítulo 66

Capítulo 66

Un asunto era ser Ministro de Estado, pero otro muy distinto ser el Presidente del país más poderoso del mundo.

Fue la primera vez que Esteban San Román era consciente de que ese puesto tenía intensiones de seducirlo... De atraerlo... Y que solo él podía tomar la decisión de tomarlo o no.

E: al igual que la primera vez, me toma por sorpresa, señor...

Pre: sé que estás muy enfocado en tu labor y eso es muy bueno, pero también deberías detenerte un rato y mirar a tu alrededor... Para así ver y escuchar lo que los demás opinan de ti...

Presidente... Presidente... Aquella palabra le martillaba en la mente a Esteban después de salir del despacho de su jefe.

Su asistente le dijo algo, pero él no la escuchó. Entonces ella le tocó un brazo. Y a Esteban ese tipo de contactos no le gustaban, porque era un hombre casado. Y punto.

E: ¿me decías...?

Asist: tenemos varios pendientes para terminar el día...

Ya eran las 7 de la noche... Se les había ido volando el tiempo.

E: dejémoslo para mañana, yo me voy para mi casa.

Asist: pero señor Ministro...

E: mañana.

Y como era él quien mandaba, no les quedaba más remedio que cumplir sus órdenes.

E: que descanses, te veo mañana. (Apurando más su paso)

Asist: usted también, señor...

Quien hubiera visto la cara de decepción de aquella mujer, habría descubierto que la joven asistente se sentía atraída por su jefe... Y que además guardaba las esperanzas de una relación... La que fuera, fugaz, de una sola noche, clandestina, no le importaba nada con tal de tener algo con él que recordar para siempre...

Pero se había topado con piedra. Esteban tenía muchos defectos, pero desde que se enamoró de María, el de ser mujeriego lo dejó en el olvido.

**MANSION SAN ROMAN**

Sofía con 3 años seguía en una edad de enamoramiento de su papá. La verdad es que María se preguntaba a qué edad se le quitaría aquello, no porque estuviera celosa de su propia hija, sino simple curiosidad de esa relación entre padre e hija...

Ya la niña estaba en pijama, pero quiso cenar con su papá, que en realidad era el único que comía, porque los demás ya habían terminado.

Uno a uno los niños fueron subiendo. Incluida Sofy, dejando así a marido y mujer solos.

E: ¿recuerdas que el presidente quería verme hoy...?

M: sí.... Me lo comentaste, ¿fuiste...?

E: sí... Y no sabes lo que me dijo...

M: ¿qué, mi amor...?

E: tiene descartado un segundo término...

M: ¿por qué...? Generalmente todos quieren una reelección...

E: él no, no me dio detalles, pero es un tema de su salud...

M: ¿qué tiene??

E: mi amor, no sé... No quiso decírmelo y yo no le pregunté...

M: Esteban, a lo mejor podemos ayudarlo...

E: no me lo quiso decir, María...

M: espero que no sea nada grave...