MI DECISION... El Origen...

Capítulo 65

Capítulo 65

María no lo soltó, al contrario, se abrazó a su cuello... Aunque sí lo detuvo cuando sintió una mano de Esteban en su pierna, que gracias a que llevaba falda pudo colarse debajo de la misma...

M: Esteban...

E: ¿hmmm...?

M: aquí no, mi amor...

Esteban se separó y se aflojó el nudo de la corbata y el primer botón de la camisa. Sí, se había excitado...

E: ven... Vamos... (Tomándola de la mano y saliendo del despacho)

Salían unos segundos antes y habrían descubierto a las muchachas que los habían visto.

"Señor Ministro, ¿tiene un momento...?"

Por primera vez, María sintió antipatía por la asistente de su marido.

E: tengo algo importante que hablar con mi esposa, pero después resolvemos lo que necesitas...

El Ministro siempre atendía los asuntos de trabajo por más que estuviera cansado durante los viajes. ¿Y con la presencia de su esposa cambiaba...?

Los vio perderse por el pasillo tomados de la mano, en silencio. ¿qué había pasado??

La puerta se cerró y Esteban tomó el rostro de su mujer para besarla... La deseaba tanto... Pero sobretodo, la amaba...

M: mi amor...

E: ¿qué, mi vida...?

Se hablaban con algo de dificultad, pues no dejaban de besarse...

M: nadie va a entrar, ¿verdad??

E: no, mi amor... No...

Y sin soltarla, se regresó a la puerta para asegurarla.

Entonces empezaron con la tarea de desvestirse... El uno al otro... Entre besos...

M: ¿piensas en mí en esta habitación...?

E: mucho... Sueño con que estés aquí... Conmigo...

Por eso se la pasaba trabajando... Pero no lo mencionó, porque María le hizo otra pregunta.

M: ¿me deseas, Esteban...?

E: como nunca he deseado a ninguna mujer... Te amo... Como nunca he amado a nadie...

Esteban la contempló cuando la tuvo en ropa interior... Y le gustaba, además de su forma de ser, en su físico... Su cuerpo... Sus piernas... Sus caderas...

Y no pudo seguir pensando porque cayeron a la cama, entre besos...

Alguien había abierto las sábanas... Por lo que se tendieron en ella... Esteban sobre María...

Le besó con avidez los senos, tan apetecibles para él como desde que la conoció...

Varios años de matrimonio, pero se deseaban locamente el uno al otro, como cuando eran novios y aún no empezaban una vida sexual juntos...

Esteban deseaba ir despacio, pero era María que lo incitaba cada vez a más... Por lo que cada embestida lograron un ritmo incontrolable.

Se movió dentro de ella... Al mismo tiempo que le susurraba que la deseaba, que la amaba, que le gustaba... Y María era consciente de las palabras de su marido, con esa voz ronca y sexy... Que únicamente le hablaba así a ella.

Y eso intenso y maravilloso, se apoderó de ambos... Sus cuerpos fundidos en uno solo...

Ella en los brazos fuertes de su hombre... Esteban disfrutando de los besos que su mujer le daba en el cuello... E íntegramente perdido en su feminidad...