Capítulo 33

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Capítulo 33

Logró disimular muy bien frente a la abuela.

M: ya regreso, abuela... Olvidé algo en la habitación...

Abuela: ve sin prisas, hija...

Pero prisa era lo que tenía María por llegar al baño... Corrió todo lo que pudo por los pasillos, escaleras arriba y llegó al baño...

Lo que pasó a puertas cerradas fue un síntoma más... Aunque María no se lo podía creer...

¿Sería posible...? ¿Tan pronto...?

El tiempo se le pasó volando. Cuando se dio cuenta, golpeaban a la puerta.

Y con esa voz inconfundible supo que era Esteban... Su marido...

Afortunadamente se había recompuesto ya. Y abrió, pero sin saber qué hacer...

E: mi amor, ¿estás bien...?

M: sí... Sí, mi vida... Necesitaba usar el baño...

Esteban le sonrió, le tomó rostro en sus manos y la besó...

E: te quiero...

M: yo a ti, Esteban...

Unos cuantos besos, hasta que Esteban recordó lo que había llevado para ella.

Una bonita flor...

M: gracias, mi amor... Está hermosa...

E: no es cualquier flor, eh... Solo se da en este lugar...

M: ¿de veras...?

E: sí...

M: ¿el abuelo te vio cortarla??

E: no... Lo hice sin que se diera cuenta...

M: ¿y si se enoja??

E: no creo que me regañe... Ya estoy grande... Y casado...

M: Esteban... (Con ganas de reír)

Sí, terminaron riendo... Y besándose...

E: me encantaría regresar a esta cama, pero... El desayuno ya está listo...

M: vamos... No podemos hacer esperar a los abuelos...

-Comedor-

Los abuelos reían ya sentados cuando los jóvenes llegaron.

Y Don Miguel, siempre caballero, se puso en pie hasta que María se sentó, con la cortesía de Esteban.

Momento crucial cuando empezaron a servir el café.

M: yo no quiero café, me gustaría un té esta mañana...

Nada de sorpresa para Esteban, él era amante del café fuerte, su esposa no tanto.

Abuela: claro que ir sí, hija, ¿qué clase de té gustas...?

María no sabía cuál era el ideal para asentar el estómago, lo único que estaba segura era que el café no le pasaría.

M: de manzanilla...

El mayordomo se lo llevó en cuestión de minutos.

Abuelo: ¿qué planes tienen para estos días...?

Compartir el tiempo con ellos... Enseñarle a María los senderos y toda la extensión del castillo.

Caminando... En bicicleta o en golf cart...

M: este lugar es hermoso...

E: ya lo creo... Me encantaría que viniéramos todos los años...

M: también a mí...

MI DECISION... El Origen...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora