Capítulo 6

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Capítulo 6

Esteban sonrió, con disimulo, para sus adentros... Aunque una parte de él estaba furioso...

¿Cómo un hombre era capaz de hacerle algo así a una mujer como María?? Ella no se lo merecía...

E: te abandonó...

Era la verdad, pero a todos les dolían las verdades, María no era la excepción...

E: perdón, no quise decirlo así...

M: es la verdad... Fue eso lo que hizo...

E: vístete... Te invito a comer afuera...

El tono de Esteban podía parecer autoritario, pero eso debía cambiarlo si quería conquistar a un ser humano como María...

M: no, es mejor que no...

E: anda... Cámbiate de ropa y yo voy a hacer lo mismo... Tengo mucha hambre y ni tú ni yo sabemos cocinar...

Mucho mejor... Un tono suavizado... Era una petición...

Entonces, María se cambió de ropa, pero cuando llegó Esteban todo perfumado y guapísimo, se arrepintió...

M: de verdad, Esteban... No estoy de ánimos... No soy buena compañía...

E: ya te vestiste y muy linda por cierto... Vamos... Anda... No me dejes plantado...

M: ¿no tienes nada mejor que hacer...?

E: no. (Acercándose a tomarle las manos)

Pero por sorpresa la tomó en sus brazos y salió con ella del apartamento.

M: ¡Esteban! ¿Qué haces?? ¡Mi cartera! ¡Mis llaves! ¡No traigo nada!! (Bastante divertida a decir verdad)

E: no necesitas nada, no te preocupes...

Y así, sin bajarla al suelo entraron al elevador y bajaron, ella en brazos de él... El espacio pequeño los hizo mirarse a los ojos...

Se cruzaron a otros inquilinos, unos los miraron divertidos, otros como si fueran locos, pero poco les importó.

M: bájame Esteban...

E: no voy a dejar que te encierres y te deprimas... Eres muy hermosa, inteligente para sufrir por un hombre que no vale nada...

M: no lo entiendes, se fue por culpa de mi papá...

E: se fue porque es un cobarde, que no quiso luchar por ti...

Finalmente él la bajó con sumo cuidado, era primavera y el clima esta bastante cálido.

E: hagamos un trato... Tú te olvidas por este día de ese tipo y yo....

Aquello sonaba interesante.

M: ¿tú, qué...?

E: soy tuyo completamente, haré lo que tú quieras, iré donde se te antoje...

M: ¿hablas en serio??

E: muy en serio... ¿quieres conducir tú...? (Ofreciéndole la llave de su auto deportivo)

M: ¡trato hecho!

Y chocaron los 5, como los amigos que eran...

E: nunca había ido con una mujer al volante...

M: ¿no confías en nosotras...?

E: bueno, en mi mamá siempre... Y ahora en ti...

María no pudo reaccionar como debía, pues Esteban empezó a maniobrar con el radio.

MI DECISION... El Origen...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora