MI DECISION... El Origen...

Capítulo 17

Capítulo 17

En dos segundos ella ya estaba otra vez entre sus brazos, o más bien él encima de María...

E: Te deseo... Te he deseado siempre... (Besándola desesperadamente con ojos brillantes y excitados, con su cuerpo pegado al de ella)

M: no lo sabía...

O con exactitud, había fingido no saberlo...

E: Me tienes fascinado, María... (Con una sonrisa dibujada en el rostro)

// Esteban empezó a desabrocharle el vestido mientras la besaba, lo dejó caer en el suelo para apartarse un poco y observarla solamente en ropa interior...

M: Esteban...

E: Eres tan perfecta... Tu piel, tu cuerpo... Quiero besarte... Tocarte....

M: yo también...

María lo calló con besos, desabotonándole la camisa e intentando torpemente bajarle la cremallera del pantalón...

E: Te ayudo...

Él se sentó en la cama, completamente desnudo y acercándola por las caderas hasta tenerla frente a su cuerpo... De pie...

Esteban quiso jugar con su lengua, mordisqueándola, recorriéndola hasta subir a los senos de María, tomándole un pezón con la boca y el otro con la mano...

>> Para María la situación era como enormemente excitante...

Tener a un hombre desnudo frente a ella preocupado solamente en seducirla... Y ese hombre era Esteban... Su amor platónico...

Ella le acariciaba el cabello, mientras intentaba respirar... Tiró suavemente de su cabeza, intentando calmar su acelerada respiración...

De pronto sus miradas se encontraron el apartó el fino edredón y la acostó quedando él de rodillas en el medio de sus piernas...

"Cómo te atreves a mirarme así

A ser tan bella y encima sonreír

Mía, hoy serás mía por fin..."

M: Esteban...

E: ¿Tienes miedo...?

M: un poco...

E: tócame... No soy ningún extraterrestre...

M: ya lo sé, tonto... (Riendo mientras lo miraba acariciarle las piernas)

E: debes relajarte...

M: sí...

E: no voy a hacerte daño...

M: no creo que lo hagas...

E: relájate...

Sin apartar los ojos de ella, Esteban se inclinó a besar la parte interna de sus muslos, subiendo hasta la única tela que la cubría...

M: ¿Qué haces...??

E: shhhh...

María podía sentir su respiración en la seda, aunque no lograba pronunciar una palabra siquiera... Entre jadeos, tumbada en la cama solamente pudo retorcerse ante el placer tan diferente que estaba experimentando...