Episodio 4:《El final del entrenamiento》

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Narras tu

Ya pasaron 6 meses desde que dejé de entrenar, solo entrenaba por veces con la espada pero no era como Tanjiro, luego paso un año desde que Tanjiro a estado entrenando duramente en su respiración.

Mientras que el Señor Urokodaki de repente me dijo que dejara de entrenar con el y empezará a entrenarme a mi solo con la espada y enseñarme como debo de usar una respiracion común.

He estado entrenando desde entonces y ahora ya Sara tiene 2 para 3 años.

Solo la veo de ves en cuando ya que mis entrenamientos no me dejan verla, aunque solo lo hago para volverme fuerte y lograr proteger al único ser que me queda en la familia Ishikawa.

Urokodaki- Excelente, al parecer logras saber controlar las respiración más que Tanjiro.

Hanae- Entiendo.

De repente el me guía a un lugar misterioso, hasta llegar en un campo en donde se encontraba una roca.

Urokodaki- Pon a prueba todos tus entrenamientos para lograr cortar esta roca de lo contrario dudaré en inscribirte para las selecciones finales.

Desde ese día he estado entrenando otro año... Cielos, fue demasiado difícil.

Mi respiración era agitada no lograba mantenerla al margen.

Xx- Eres muy débil. -Escuche una voz masculina.

Hanae- ¿Eh?.

Alce de golpe la cabeza y encima de la roca se encontraba un chico de máscara.

Xx- ¿Acaso te rendiras?, eres patética.

Es cierto, soy débil y patética...

Agache mi mirada al saber que el mismo tenía la razón, pero en eso la alzo de golpe al ver que el se lanzo a mi con su espada de madera pero yo me defendí con la mía.

Xx- ¿¡Acaso quieres verte débil como una niña ingenua que quiere que la protegan!?, ¡defiéndete como una mujer de espíritu fuerte!.

Yo caí al suelo asombrada y mirando aquel chico que me atacó, solte un jadeo y me hice a un lado esquivando su espada que iba a golpearme.

Hanae- ¡Deja ya de atacarme!, ¿¡quien eres!?.

Xx- ¡No importa quien soy, lo que importa es que no te dejes vencer por tus miedos!.

Me sorprendí y me detuve viendo al chico de frente.

Xx- Debes de permanecer firme ante todo, o si no, serás una mujer muerta.

Trague en seco mirando al suelo, luego vi mi espada para ver al chico.

Hanae- ¿Me enseñaras?...

Xx- Depende.

Narradora

Lo que ella no sabía es que la compañera de Sabito, Makomo se encontraba ayudando a Tanjiro en otra parte mientras que el se encontraba ayudando a Hanae en ese punto.

Los entrenamientos, las indicaciones que Sabito le indicaba a la chica eran estrictos que incluso hacían desmayar a la chica,  pero Sabito veía admirado como ella no se rendía, no importaba como lo hacía, si recibia heridas ella no lloraba y se consolaba, soltaba unas lágrimas pero seguía.

El vínculo que nos une | Tanjiro Kamado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora