Got Ya (omegaverse)

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Mientras caminaba a la cafetería para conseguir algo para desayunar, aunque no fuera de mi gusto, esperaba encontrarme con Ryle, el alfa que llamaba la atención de todos. Algo dentro de mí, me exigía conocerlo, debía de tenerlo.

Una vez entré, me encargué de revisar con intensidad y cuidado para ver si veía aquella gorra deportiva negra... describiría su vestimenta, pero era más sencillo decir que estaba vestido de negro por completo. 

―¿Qué buscas con esa mirada de simio? ―me sorprendí al escuchar la repentina voz de Dyon.

―Mierda ―murmuré―, busco a Ryle, estamos en la misma clase y necesito preguntarle algo.

Aunque no me gustaba ir preguntando detrás de otras personas, presentía que acercarme a él me resultaría difícil.

―Oh, ¿por qué no me preguntaste antes? Yo soy un poco cercano a él y tengo su número ―ladeo la cabeza.

―... ¿Y hasta ahora se te ocurre decirme? 

―No me preguntaste ―se encogió de hombros―, pero deja le pregunto primero ―sacó su celular y entonces envió un mensaje, que fue respondido casi al mismo tiempo que fue enviado―, Dice que sí, deja te paso su numero ―y entonces me llegó el mensaje.

―Ah, gracias, me tomé toda la mañana tratando de encontrarlo ―solté un suspiro cansado mientras caminaba con Dyon para conseguir comida.

―¿Pero por qué lo buscabas con...? ―se calló cuando lo miré irritado.

Puse los ojos en blanco y volví mi vista al frente.

―Solo dame su número.

Eso era lo que no me gustaba de Dyon, demasiado entrometido, idiota y un poco inútil.

Dyon me observó por unos segundos.

―De acuerdo, de acuerdo, ya voy ―respondió soltando un suspiro.

Decidí comenzar a comer. Diversas personas se acercaron y comieron con nosotros mientras hablaban de cosas triviales, yo abrí mis mensajes y entones me encontré con el numero de Ryle.

Me relamí los labios y decidí enviarle un mensaje.

"Hola, soy Cale Chade, de la clase de ...., y quiero preguntarte algo".

Esperé unos segundos, y enseguida obtuve respuesta.

"Hola, ¿Qué quieres?"

Me quedé congelado, ¿Qué chingados? 

―Ah, por cierto ―comentó Dyon asomado en mi hombro―, el suele contestar de esa manera, pero es buena gente, no te enojes ―dijo para después volver a la plática en la cual estaba involucrado.

... De acuerdo.

"Bueno, ya sabes que en la clase debemos de formar equipos, ¿estas libre?"

De pronto sentí la necesidad de usar ambos signos de interrogación.

Ya tengo un equipo.

... Mierda. Llegué tarde

"¿Necesitas equipo? Creo que la chica con la que estoy dijo que hacia falta alguien más, ¿te interesa?"

O quizá no.

"Me parece excelente."

Ok, deja pregunto.

"Dijo que sí, nos vamos a reunir después de que el profesor asigne el primer trabajo, ¿te parece bien?" 

"Claro, todo bien."

"OK." 

... Y eso fue todo.

"De acuerdo, nos vemos."

Me despedí.

...

...

...

Y no me volvió a contestar el mensaje este puto asocial de mierda.

Tuve que esperar una semana para poder encontrármelo de nuevo. Era sorprendente su habilidad para perderse entre la gente, incluso con su gran cuerpo. 

A diferencia de la última vez, no se cubrió la cara y ahora vestía de manera diferente, al parecer el pelinegro había llegado antes que la mayoría, pero a diferencia de la última vez, una chica beta de cabello color castaño claro, se sentó junto a él. ¿Esa sería la piedra en mi camino?

Si lo era, entonces sería una piedra fácil de patear.

Esta vez sus feromonas no eran intensas como la última vez, lo cual solo confirmaba mis sospechas de que el chico tenía algún problema. Incluso si eres un alfa dominante, debías de ser capaz de controlar tus feromonas, y no dejarlas salir como si fueras un maldito puberto.

Cuando el profesor dio por terminada su clase, y dejó el primer trabajo en equipo asignado, sin perder tiempo me acerqué hacia donde estaba Ryle y la castaña.

―Hola ―saludé con una sonrisa amigable.

―Hola ―respondió la castaña con una leve sonrisa amable.

Pero Ryle solo asintió en respuesta, sin si quiera voltear a verme. Aquello solo me irritó, pero no borré mi sonrisa. Este hijo de puta sería más difícil de romper.

―Entonces, ¿Cuándo nos vamos a reunir? ―pregunté, mientras ambos comenzaban a ponerse de pie.

Me sorprendió lo alta que era la chica, casi como si fuera una alfa. No era tan alta como yo, pero sin duda era más baja que Ryle.

Yo le llegaba a la nariz... solo por unos cuantos centímetros, él era más alto que yo.

―Si les parece bien, este miércoles ―sugirió la chica―, revisamos juntos el viernes, y lo enviamos ese mismo día ―propuso la castaña.

―De acuerdo ―respondí, y entonces puse mi mirada en el pelinegro de ojos azules. 

―Esta bien ―soltó por fin.

Su voz era bastante profunda, casi en un tono hipnotizante y encantadora al oído. 

¿Por eso no hablaba mucho? ¿Será este un poder de los alfas dominantes del cual no sabía? Pero es imposible que yo no sepa de esto, cuando los Chade fueron los últimos en producir un alfa dominante en años.

Supongo que tendría que esperar hasta el miércoles para hablar con este bastardo engreído, parecía una puta pared.

Tan incómodo de pasar el rato.